Desde que empezó la crisis sanitaria, a ninguno de los seis médicos que trabajan en el Centro de Salud de Sillería, en el Casco histórico de Toledo, les han hecho el test rápido de detección del Covid-19. «No los hemos pedido porque vemos que ... no se lo hacen a nadie», ha dicho a ABC el doctor Jesús Díaz Aguado. Este facultativo del centro de Sillería, con 8.500 tarjetas sanitarias, sin contar con Pediatría, ha visto durante la pandemia cerca de 50 pacientes sospechosos o con síntomas de coronavirus , al igual que sus cinco colegas restantes, por lo que alrededor de 250 personas han sido atendida en relación con esta patología.
«Hemos abierto una consulta de coronavirus en una habitación que antes no utilizábamos y cuando viene un paciente con síntomas respiratorios sospechosos, el médico le atiende con un traje de mayor aislamiento. Cada semana uno de nosotros se encarga de estos casos». Tambien cuenta que, a inciativa de los profesonales, comenzaron a llamar por teléfono a personas mayores de 75 años, estuvieran enfermos o no.
«Para que no se sintieran tan solos, les dijimos que si necesitaban ayuda nos llamaran por teléfono , pero que no salieran de casa. Han sido entre 50 y 60 llamadas diarias, aunque el número ha bajado: «ya saben que estamos aquí».
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