El acusado de apuñalar al hijo de su pareja: «No sé cómo se pudo pinchar; el machete era para cortar el cuello a los pollos»
La fiscalía y el abogado de la acusación mantienen para el acusado la petición de 9 años de prisión por un homicidio en grado de tentativa. La defensa pide la libre absolución
Jero, apuñalado por la pareja de su madre: «Lo estoy contando de milagro»
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Iniciar sesiónUna testigo sorpresa. Era la baza que se guardaba la defensa para respaldar la versión de Miguel Ángel C., acusado de apuñalar con un machete a Jerónimo G., de 26 años e hijo de su pareja, Milagros. Pero la puesta en escena no ... salió como se esperaba en la Audiencia Provincial de Toledo. La testigo, que repitió en continuas ocasiones durante su comparecencia que padecía ansiedad, cayó en múltiples contradicciones y contestó con evasivas a las preguntas de la fiscal. Incluso soltó alguna risilla «porque estoy nerviosa», a lo que el magistrado-presidente del tribunal, Urbano Suárez, no dudó en llamarle la atención: «Esto es algo muy serio, señora».
La mujer aseguró que, el día de la agresión, ella paseaba con su perrita por el barrio de Santa María de Benquerencia cuando de repente oyó unas voces en el bloque de pisos 'el Parchís'. «Iba por la calle y, cuando oí unas voces, entré el patio. Allí vi a Jerónimo, que tenía agarrado por detrás del cuello a Miguel Ángel y sacó un cuchillo. Si no se defiende [en alusión a Miguel Ángel], está muerto», sentenció. Una fugaz pero no menos surrealista intervención que, lejos de aportar luz, despertó el murmullo del público presente en el juicio.
Los hechos se remontan al 8 de marzo de 2023. Según el relato de la víctima, Miguel Ángel y él «tenían buena relación» aunque «yo sabía que maltrataba a mi madre y, en más de una ocasión, le había recriminado que la dejara en paz». Salió a relucir una herencia que había recibido Milagros, la madre de Jerónimo, y a partir de ahí «se estropeó la relación». «Mi madre me daba dinero porque ella quería y yo creo que a él eso le molestaba», indicó el hijo.
Le piden 9 años de prisión por acuchillar con un machete al hijo de su pareja, a la que maltrataba
M.J.M.Los hechos ocurrieron el 8 de marzo de 2023 en Toledo y «con el propósito de quitarle la vida», según el escrito de calificación del Ministerio Fiscal
Ese día, tras varias llamadas telefónicas el acusado consiguió contactar con la víctima, amenazándole de muerte. «Yo le dije que, si quería pelear, que lo hiciéramos como los hombres porque él -puntualizó Jerónimo- siempre va con 'hierros' [en alusión a armas blancas]. Y allí se presentó en mi barrio y comenzó a gritar desde la calle: »Baja, maricón, que te voy a matar«.
«Le dije que subiera al piso en vez de dar voces en la calle y, una vez en el rellano, bajamos por las escaleras. Cuando estábamos en el patio interior, me propinó un cabezazo y yo le di puñetazos. Caí al suelo y él sacó un machete de la parte trasera de su pantalón y ya noté como me faltaba el aire y escuché a mi tía Rosa decir: »¡Jero, que te mata!«. »Lo próximo que recuerdo es que desperté en el hospital tras cuatro días en la UCI«, relato la víctima.
Su tía, tras reconocer el maltrato que sufría su hermana, aseguró que, al oír las voces de su sobrino, bajó al patio e intentó que Miguel Ángel detuviera su agresión. «Jero estaba sangrando y le colgaba algo del costado. Un vecino que también presenció los hechos le taponó la herida y Miguel Ángel cogió el machete y se marchó corriendo», contó la hermana de su madre.
Jerónimo estuvo cuatro días ingresado en la UCI del Hospital Universitario de Toledo y tuvo que ser intervenido en dos ocasiones. Presentaba una herida profunda en el costado izquierdo que le alcanzó el pulmón y otra en el muslo izquierdo, además de hematomas en la cara, según el informe médico. «Si no llega a ser intervenido de urgencias, hubiese muerto», espetó una de las médico forenses en el juicio.
Su madre Milagros también testificó y reconoció que ese día Miguel Ángel la amenazó con un machete. «Me dijo que nos iba a matar a mi hijo y a mí». Dijo que, durante el trayecto desde su casa, en el Casco, hasta el Polígono, donde vive Jerónimo, ella intentó sin éxito convencer al agresor. «Mi sobrina me llamó diciendo que había acuchillado a mi hijo». recordó.
«Un machete para cortar el cuello a los pollos»
Miguel Ángel, de 48 años, era consumidor de alcohol y drogas, al igual que también lo era el hijo de su exmujer, según el acusado. En su relato, reconoció que la adicción de Jerónimo les tenía atemorizados. «Fue él quien me llamó para hablar y yo acepté para que dejara de amenazarnos y pedirnos dinero». Admitió que en el patio interior del bloque de pisos «me dio un puñetazo y caí al suelo. Me cogió del cuello e intenté quitarle de encima porque llevaba una navaja y fue entonces cuando vino su tía». «No sé», prosiguió durante su intervención, «cómo se pudo herir, pero él sí me pinchó a mí. Yo me marché corriendo porque estaba asustado por si su familia tomaba represalias».
Sin embargo, según los peritos, la navaja con la que supuestamente Jerónimo hirió a Miguel Ángel nunca apareció. Lo que sí se encontró fue un machete con una hoja de 18 centímetros en el suelo del asiento del copilotodel coche del acusado, una Citroën Berlingo que apareció abandonada en el Polígono a pocos kilómetros de donde ocurrió la agresión. El arma blanca la usaba, según el acusado, para cortar el cuello a los pollos que daba a los galgos, «porque me gusta la caza», y que tras su análisis, no presentó huellas, tan solo «vestigios de sangre en la hoja» compatibles con el ADN de Miguel Ángel. «Es muy probable que el acusado lo limpiara y luego se autolesionara para mancharla con su propia sangre», dedujo la fiscal.
Unas heridas que para la representante del Ministerio Público tampoco sonaron muy convincentes ya que, hasta cinco días después de la agresión, Miguel Ángel no se personó para curarlas en el centro de salud de Illescas, a 35 kilómetros de Toledo capital. «Está claro que buscaba un parte de lesiones; al médico le dijo que había tenido una pelea con unos gitanos».
Agentes de la Policía Nacional y Local estuvieron buscando a Miguel Ángel sin éxito y el 15 de marzo de 2023, acompañado de su abogado, decidió entregarse en dependencias policiales porque «tenía miedo de las represalias.» Desde entonces, lleva casi dos años en prisión preventiva.
La Fiscalía mantiene su petición de 9 años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa -con la agravante de abuso de superioridad- para Miguel Ángel, para el que también pide cárcel el abogado de la acusación particular. Mientras, el abogado de la defensa ha pedido la libre absolución de su cliente. El juicio ha quedado visto para sentencia.
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