Page, dos días después del Comité Federal del PSOE: «Algunos tienen más miedo a los críticos que a los chorizos»

Piensa el barón socialista más crítico con Sánchez que «no tienen que tenerle miedo a la crítica, yo le tendría miedo a Koldo y gente como esa, pero a los que podamos discrepar no le tienen porqué tener miedo. No voy a entrar en ninguna polémica y menos aún me parece estéril discutir con ministros, secretarios de Estado, delegados del Gobierno o altavoces oficiales sobre las instrucciones de su jefe. Eso me parece estéril, sinceramente, no me conduce nada», ha dicho en relación a las críticas que recibió del ministro de Fomento, Óscar Puente, que llegó a llamarle «hipócrita» en la reunión del sábado.

«A mí no me importan las críticas, las hago yo también, lo que me molesta son las ofensas y los ataques; hay algunos que se piensan que se puede insultar por estar dentro, que dentro se puede decir cualquier cosa, no, yo creo que dentro de la organización también hay que guardar el respeto, ser críticos, tener opinión, ser libres, que es lo que ha sido siempre la izquierda, tener más autocrítica, pero nunca insultar ni ofender en lo personal porque eso básicamente es la negación de los argumentos», ha subrayado Page.

A la pregunta de si está decepcionado tras la reunión del comité federal, ha contestado que «no, mire, estamos en la tierra que gobernó Cospedal y un tal Nacho Villa. De manera que yo tengo la moral a pruebas más duras. Precisamente la moral es lo que habría que poner en primera fila en estos momentos de la política española, la moral y la moralidad».

Preguntado por si salió del comité federal con garantías de que no iba a haber ningún escándalo más en el seno del PSOE, ha contestado que «no, no salí con esas garantías. Ojalá y realmente nos podamos equivocar y no haya más problemas y que con lo grave que ha sido todo lo lo que ha pasado podamos decir que que aquí se ha acabado la corrupción. Para mí sería lo deseable. Pero lo que más me preocupa de fondo es que algunos tienen más miedo a la crítica que a los chorizos Y sin embargo, yo creo que tendrían que estar más atentos a lo que están diciendo los mensajes y las grabaciones que han hecho precisamente los chorizos. Creo que sería más razonable. Y lo que más me preocupa de fondo es que algunos tienen tanto interés demostrar fuerza que no están dándose cuenta de que consiguen lo contrario porque lo que están transmitiendo la sensación de que a poco que una sola piedra se mueva se tambalea el edificio. Yo me lo haría mirar».

Ha afirmado el barón socialista que no va a entrar en más polémica, pero ha querido dejar claro que «yo no no concibo que la izquierda pueda defender organizaciones que sean fotocopia de sus líderes y no defiendo un partido que se vanagloria de tener un puto amo. Creo que la inmensa mayoría del partido no piensa lo que Óscar Puente y yo desde luego no tengo puto amo».

«Insisto, cuando se está en el gobierno, aunque sea pactando con el diablo o con la extrema derecha independentista y xenófoba como Puigdemont, o incluso pactando después de atacar a los jueces, pactar el Consejo General del Poder Judicial con la derecha en España, e incluso pactar con la extrema derecha en la Unión Europea cuando cuando sinceramente se está en el gobierno, lo normal es que se impongan en todas las estructuras de una organización mucha prudencia. A lo mejor el imprudente soy yo».

Sobre la moción de confianza a la que, a su juicio, debe someterse Pedro Sánchez, ha señalado que «el problema no es que se haga una moción de confianza o no se haga. El problema es que si tú eres consciente de que no tienes la mayoría social y eso es lo que están diciendo por acción o por pasiva, si eres consciente de que no sabes ni siquiera lo que te vas a encontrar mañana, en ese momento yo creo que es lo democrático, lo correcto, lo mejor para todos, lo más saludable siempre».

Ha finalizado diciendo que, desde los 16 años que lleva en política, en el PSOE, «esta es la vez en las que menos crítica escucho en mi vida» en el seno de su partido, y que no se siente como la china en el zapato de Sánchez: «Qué va, qué va, él calza una talla mucho mayor. Yo soy chiquitito».