opinión
Privilegios para los transexuales
El autor sostiene que «es evidente que las personas transexuales gozan de los mismos derechos y deberes que los demás; que por razón de su sexo no sufren discriminación alguna en este país»
Carlos Martín-Fuertes
Toledo
Solicita la ínclita exministra de Igualdad Irene Montero Gil, psicóloga entre otras cosas, que las administraciones públicas y entidades privadas dejen un uno por ciento de plazas de trabajo para ser cubiertas por personas transexuales. Y supongo que se habrá quedado tan a gusto. ... Y yo me pregunto cuál es la causa y razonamiento fundado para hacer tal petición. Lo imagino, pero lo diré más adelante.
Sin querer me he trasladado a ese colectivo de voluntariado donde me muevo desde hace muchos años. En el mundo de la discapacidad intelectual. La ley dice que todas las empresas públicas y privadas e instituciones deben guardar un mínimo de un dos por ciento de plazas para ellos. En la práctica no hay casi nadie que lo cumpla en ningún ámbito. Es cierto que los van llamando para cubrir ciertos puestos de trabajo, para realizar prácticas, pero vamos que un dos por ciento no lo alcanza nadie. El desarrollo de esa normativa va demasiado despacio ¡Ojalá! se cumpliera.
En la práctica para esquivar esa mínima presencia laboral del colectivo de discapacitados intelectuales, las empresas suelen hacer donaciones a la Administración o bien utilizan la vía de la Responsabilidad Social Corporativa de las Empresas (RSCE). En ambos casos las administraciones o empresas se deducen una cantidad ante Hacienda. Es decir, que son unas privilegiadas las personas que gozan de esta aplicación y gozan de trabajo estable.
Dice la señora exministra que los transexuales no alcanzan a trabajar en muchísimos casos, que no les reciben bien. Varias cosas más que habría que demostrarlo. Pienso que las personas que tengan esa orientación de género no son personas que sufran discapacidad intelectual o física. ¿De dónde sale esa cuestión o petición? Con ese razonamiento también podríamos solicitar la reserva de plazas para todas aquellas personas que estén gruesas, calvas, pelo canoso o el calificativo que queramos expresar.
Es evidente que en nuestro país las personas transexuales gozan de los mismos derechos y deberes que los demás; que por razón de su sexo no sufren discriminación alguna.
Eso me suena a querer llamar la atención y/o querer ser simpática con este colectivo y gozar de su confianza y de sus votos a la hora de ser llamados a las urnas. Y también me suena a algo de victimismo por parte de la exministra y querer gozar de unos privilegios que no están reconocidos a ningún nivel. Solo faltaba ese detalle.
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