Un tinerfeño a la conquista de hollywood

Este último proyecto supondrá por tanto el desembarco en toda regla de Fresnadillo en Hollywood, si bien ya tuvo ocasión de palpar el terreno cuando recibió una nominación a los Oscar por su primer cortometraje, «Esposados», de 1996. Rodada en blanco y negro y protagonizada por Anabel Alonso y Pedro Mari Sánchez, esta película de poco más de veinte minutos de duración constituía un homenaje en toda regla al género policiaco y de suspense más clásico.

Premios y críticas

Después de un debut tan afortunado, Fresnadillo se tomó cinco años para concebir «Intacto» (2001), una fábula, ya de largo formato, sobre las leyes que rigen el azar, que le valió el premio Goya al mejor director novel tras la nominación que obtuviera unos años antes en la categoría de cortometrajes también por «Esposados».

La película se estrenó en Estados Unidos en 2002, con críticas irregulares: «Fresnadillo se ha unido al grupo de versátiles directores españoles como Alejandro Amenábar o Alex de la Iglesia con este debut, de una madurez sorprendente», escribía Mark Olsen en el LA Weekly, al tiempo que en las páginas del New York Post se tachaba «Intacto» de «thriller convulso y sin sentido».

Los años pasaron de nuevo, y poco se supo de este director (nacido en Santa Cruz de Tenerife el 5 de diciembre de 1967) hasta el estreno el año pasado de su último éxito. En medio quedó «Psicotaxi» (2002), otro corto, que en apenas tres minutos propone un paseo en taxi por las calles de París de la mano del polifacético psicólogo Alejandro Jodorowsky.

Mientras tanto, el nombre de Juan Carlos Fresnadillo había ido circulando entre las altas esferas, y finalmente Danny Boyle contactó con él para el rodaje de la segunda parte de «28 días después» (2002), uno de los filmes que han contribuido a la renovación del cine de terror durante la presente década.

Con un guión coescrito con Rowan Joffe y Jesús Olmo y un presupuesto que rondó los 18 millones de dólares, Fresnadillo narra en «28 semanas después» la historia de un grupo de supervivientes, cuando han transcurrido seis meses desde que se declaró en Inglaterra una letal plaga vírica que convierte a los seres humanos en... zombis. Este subgénero cinematográfico cuenta con sus detractores, pero las andanzas de muertos vivientes en busca de carne fresca son siempre un gancho eficaz para lograr una buena recaudación (al fin y al cabo, 2007 también fue el año de «Resident Evil 3»). Y el segundo largometraje rodado por Juan Carlos Fresnadillo no fue una excepción: tras su estreno en Estados Unidos, llegó a ocupar el segundo lugar de taquilla, por detrás de «Spiderman 3», una superproducción de más de 250 millones de dólares.

Cabe por tanto encuadrar sin complejos «28 semanas después» dentro del cine más comercial, aunque su director defiende que se ajusta a su personal fórmula para facturar películas de calidad: una fuerte dosis de entretenimiento, envuelta en una mirada reflexiva sobre el mundo que nos rodea.

Influencias

Quienes han trabajado con Fresnadillo destacan su gran inteligencia y afirman que es «analítico, pero también muy intuitivo» en su forma de trabajar, «lo que da esa frescura a sus películas». Entre sus principales influencias figuran Alfred Hitchcock y David Lynch, y «admira mucho sobre todo el ritmo narrativo del cine americano», que ha impregnado, sin que eso implique la renuncia a buscar un lenguaje propio, su visión del cine: «sobre todo busca contar historias potentes y que lleguen a la gente usando lo más posible la técnica, pero siempre al servicio del argumento».

Y para el futuro, son varios los proyectos que baraja Fresnadillo: el remake hollywoodiense de «Intacto» ya está en marcha, y la dirección de «Wednesday» habrá de plantearle un nuevo reto que, visto lo visto, probablemente supere con nota este cineasta que merece figurar entre los talentos más internacionales que el Archipiélago ha alumbrado últimamente.