Siete momentos históricos de maniobras de la Armada y Ejército de Tierra en Canarias

Protección

Hubo que mandar señales a las potencias extranjeras. El capitán de fragata José María Chacón y Pery, vocal de la Comisión de Defensas del Reino, indicaba a principios del pasado siglo que, ante la ausencia de un poder naval potente tras la crisis de Cuba, «España corría el riesgo de perder Baleares y Canarias». Propuso la creación de una nueva escuadra con torpederos y guardacostas acorazados para defender Canarias.

La profesoras de Historia Carmen Castillo y la licenciada en Ciencias del Mar Victoria Broz, recuerdan que «puede decirse que la historia del Puerto de Las Palmas se inicia cuando el navegante Cristóbal Colón utiliza su bahía en 1492, en su primer viaje hacia América, para acondicionar y reparar las carabelas La Pinta y La Niña».

Esfuerzo

Tras la crisis de Cuba, el teniente de navío José Riera y Alemany alertó los problemas de las islas. «En sus estudios señalaba la ausencia de un puerto militar, pudiendo construirse una base de operaciones en El Río, situado entre Lanzarote y La Graciosa, y aún más, pensaba que la Marina debía ser la responsable de la defensa marítima, en principio, de los puertos militares y, posteriormente, ocuparse de la defensa de la costa y en definitiva del archipiélago. Para todo ello tenía que contar con una estación naval en Canarias», apuntan las profesoras Castillo y Broz.

Programa naval de 1915

El tercer programa naval, aprobado en 1915, tenía previsto un servicio de submarinos, que marcaría el inicio de su utilización por la Armada española. De hecho, uno de ellos, el Isaac Peral, llegó a Las Palmas en 1917 procedente de Estados Unidos .

España era neutral en la I Guerra Mundial. Si embargo, la Armada Española debió hacer frente al hervidero que se convirtió las islas. Hubo hambruna indutrial por la imposibilidad de realizar exportaciones e importaciones.

La Isleta

La cooperación entre la Armada y el Ejército de Tierra siempre ha existido. De hecho, las profesoras Castillo y Broz señalan que «la primera referencia en relación con este asunto es la existencia de un plano, con fecha del 26 de diciembre de 1920, sobre el deslinde de la zona marítimo-terrestre entre los puertos de la Luz y Las Palmas» precisamente por la presencia de baterías del cuartel de La Isleta.

Prevención

Rosario de la Torre del Río, catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, apunta que aunque las «expectativas de la retirada definitiva del poder español de América» se interpretaba como no probable que una flota norteamericana cruzase el Atlántico «para amenazar directamente en Canarias», las potencias europeas consideraban que era una cuestioón «de verdadera trascendencia para el sistema internacional».

Cooperación

La profesora Milagros Luis Brito apunta en «Memoria demostrativa de la influencia del bloqueo Marítimo en la ruina de Canarias y de los medios que urge para evitarlos» que desde «noviembre de 1916, comenzó a identificarse los efectos de la carencia de medios para exportar por faltarles por completo todo el tonelaje que les proporcionaban los buques de las naciones beligerantes para el transporte de sus frutos a los mercados extranjeros».

Superar dificultades

La profesora Brito señala que «(…) estalló la guerra europea y, no obstante las mayores dificultades que por esta causa se ofrecía para la exportación de los frutos, pudieron todavía los canarios, utilizando sus propios medios, defenderse valientemente, como lo demuestra el que la cifra de frutos exportados hasta el momento trágico de la aparición de los primeros submarinos alemanes en aguas de canarias , se mantuvieron casi a nivel normal».