La porquería que deja Transocean en Canarias con sus buques

La opacidad con la que se mueve el sector portuario impide saber qué pasa realmente en el interior de estos espacios. Este agosto ha sido Transocean, que declaraba hace unos años en la bolsa norteamericana que sus costes diarios de estancia en el Puerto de Las Palmas era 175.000 dólares por reparaciones.

La ejecutiva que dirige las cuestiones de sostenibilidad de la empresa, Terry Bonno, afirma que el control medioambienta en Transocean se basa en «soluciones tecnológicas innovadoras y sostenibles que impactan al cliente y al rendimiento y medio ambiente» y que «la tecnología innovadora» se "enfoca en el uso mínimo de recursos (agua, combustible y materiales) y reduce impacto en el medio ambiente" de forma «respetuosa», se señala en el informe de sostenibilidad de 2018.

Sin embargo, mientras en las zonas rurales de Gran Canaria se sale de un incendio forestal, en el Puerto de La Palmas se sigue trabajando a marchas forzadas en repaciones de plataformas petrolíferas. Todo depende del precio del petróleo y el invierno en las aguas el Atlántico se presenta duro en lo financiero.

Reparar buques es una actividad en la que los canarios son unos genios; peor ya no es un asunto industial sino de circulante. Las prisas del sector impide a las empresas en origen actuar porque al estar ubicado en UE creen que, por lógica, se siguen criterios medioambientales propios de Occidente.

Atender al negocio de los hidrocarburos se ha convertido en una alternativa lógica en Las Palmas producto de su menguante negocio en carga , donde se encuentra acorralado por puertos más flexibles y económicos como Tánger Med, Casablanca, Costa de Marfil o sur de la Península.

Desde Estados Unidos, la empresa propietaria ha anunciado el pasado 29 de julio que los ingresos totales de perforación por contrato fueron de 758 millones millones de dólares en el segundo trimestre de 2019. «Los gastos de operación y mantenimiento fueron de 510 millones de dólares», señaló el pasado 29 de julio la compañía que preside Merrill Pete Miller y dirige Jheremi Thigpen.

Transocean era la propietaria de la plataforma que se hundió en el Golfo de México en 2010 provocando el mayor derrame accidental de petróleo marino en la historia.