Día del Pino: La historia detrás de la fiesta

La Virgen del Pino es la Patrona de la Diócesis de Canarias , que abarca la provincia de Las Palmas, y objeto de devoción desde hace siglos, sentida y fiel. Hoy, ese sentimiento se concentra en Teror, aunque la pandemia de la Covid-19 haya obligado a cancelar los actos festivos y la romería que se celebra en estas fechas.

Sencilla y poética, la admiración de los canarios a la Virgen del Pino enlaza con una narración sobre la aparición de la imagen en un pino años antes de la Conquista de la isla . Dicho árbol cayó, pero en el lugar que ocupó el Pino de las Maravillas se erigió un templo que hospeda a la imagen, y la historia narra que era un lugar de donde brotaban aguas con poderes curativos.

La virgen fue coronada canónicamente en 1905 y en 1914 y declarada patrona principal de la Diócesis de Canarias por el Papa Pío X. En varias de las islas hay historias similares que narran esta aparición de la Virgen, Nuestra Señora del Pino.

La Virgen del Pino recibe su nombre de su aparición el 8 de septiembre de 1481 en lo alto de un árbol de esta especie, denominado el Pino de las Maravillas, según data la Historia. El árbol de este suceso sobrenatural era un pino autóctono y robusto, según la cultura popular de casi 42 metros de altura y 6,72 metros de circunferencia .

En lo alto del pino, la Virgen se presentó sobre un pedestal, donde quedaron las huellas de sus pies. Además de este majestuoso árbol, a sus pies brotaba una fuente manantial , cuyas aguas medicinales, rodeada de tres singulares dragos fue lugar de peregrinación por siglos.

Este árbol cayó el 3 de abril de 1684 debido a un fuerte vendaval y el pedestal se perdió. En cambio, la constancia de aquel árbol se mantiene con la Cruz Verde , que acompaña a la Virgen en la Basílica de Teror y fue tallada por la madera que dejó el tronco de este pino.

La talla que hoy es venerada por los canarios es, posiblemente, una imagen de 1535 llevada a la isla por Juan Pérez de Villanueva , uno de los vecinos más ilustres de Teror. Según la cronología, posiblemente esta imagen sustituyó a una más antigua, a la que se le atribuye la aparición en el pino en 1481 y cuyo paradero se desconoce a día de hoy.

La talla de la Virgen del Pino de Teror es una obra de transición entre modelos nórdicos e hispanos, tiene 104 centímetros de altura y está realizada en madera policromada. Representa a una María adolescente, que sostiene al niño siendo este bebé en sus brazos. Es una de las tallas más antiguas de Canarias.

La devoción a la Virgen del Pino como principal en la isla de Gran Canaria está envuelta en toda una serie de tradiciones que se mantienen todo el año pero tienen su momento álgido en septiembre con motivo de las Fiestas del Pino . El Covid-19 ha obligado a cancelar algunos de los actos, pero la fe se mantiene intacta en el corazón de los grancanarios.

Desde el siglo XVII la Virgen del Pino recibe las peregrinaciones de los feligreses , ya sea en los orígenes para beneficiarse de los poderes curativos del manantial, como para pedir lluvia y buena cosecha. Las peregrinaciones al santuario de Teror se llevan a cabo por históricos caminos que enlazan la isla entera con el santuario de Teror y son el fruto de promesas que se hacen a la Virgen durante todo el año, y suelen concentrarse los días 7 y 8 de septiembre , día de romería y ofrenda, cuando la isla solía acudir masivamente a ver a la Patrona.

Esta, al igual que la peregrinación para ver a 'La morenita', la Virgen de la Candelaria, son las más importantes de las islas. En 1991 tuvo lugar el hermanamiento de la Villa Mariana de Teror con la Villa Mariana de Candelaria (Tenerife), y de esta forma entre la Virgen de Candelaria y la Virgen del Pino.

Muchas han sido las bajadas de la Virgen del Pino a la Catedral de Canarias, en Las Palmas, desde que en 1607 lo hiciera para que vecinos pudieran acercarse a pedirle lluvia. Desde entonces, Nuestra Señora del Pino ha sido objeto de rogativas por lluvia, por plagas como la langosta berberisca, por temporales o por guerras y enfermedades.

La última de las peregrinaciones, en 2019, llevó la imagen de la Virgen del Pino a los municipios afectados por los incendios de Gran Canaria y fue la primera vez que la patrona visitó los municipios de Agaete, Gáldar, Santa María de Guía, Moya, Vega de San Mateo, Tejeda, Artenara y Valleseco, permaneciendo una noche en cada uno de ellos, ya que siempre había sido una peregrinación hasta la capital grancanaria.