Begoña Gómez capó la web de su empresa al estallar el caso de tráfico de influencias

La aplicación, desarrollada de cero y de forma gratuita por empresas tecnológicas como Google, Indra o Telefónica para la Cátedra de Transformación Social dirigida por Gómez en la Universidad Complutense de Madrid, sí que estuvo funcionando hasta hace unos meses.

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Tal y como ha podido comprobar ABC, a través de la API de la página, en la que se pueden observar elementos que estuvieron presentes en su interior, esta contaba en el pasado con un formulario de registro para que las empresas accediesen a la aplicación. Pero fue tumbado hacia mediados o finales de abril coincidiendo prácticamente con el inicio de la investigación por tráfico de influencias por la que Gómez, recientemente, ha sido imputada.

«Había mucho lío en X a causa de la empresa y de la página. Investigando, pude ver que había estado permitiendo a los usuarios registrarse, por lo cual se estaba ofreciendo servicio. Había un formulario para poder acceder al software», explica, por su parte, a este diario Samuel Parra, abogado especializado en derecho digital. «Ahora mismo no hay nada, se ha convertido en una página que es prácticamente un escaparate. Solo hay texto», remata el jurista.

Más allá de la posibilidad de consultar la API, actualmente no hay forma de comprobar cuál era la situación de Transforma TSC hace unos meses, al menos, más allá de las capturas de la aplicación compartidas por terceros en redes sociales. Actualmente está configurada de tal modo que resulta imposible que cualquier rastreador coja información de su interior, por lo que no se puede comprobar cómo era empleando herramientas digitales como Internet Archive, que muestra capturas de cómo era una web en un día concreto. Tampoco es posible registrarse de ningún modo, pero, lo dicho, eso no siempre fue así.

La web de Transforma TSC apunta que «cientos de pymes» han empleado el software que se oferta «para impulsar el desarrollo sostenible en su territorio», lo que indica, de nuevo, que el sitio ofreció servicio hasta hace bien poco. En el formulario que las compañías tenían que rellenar para acceder a la aplicación se les solicitaba datos personales y acerca de los empleados. Una vez dentro, se les informaba sobre las distintas normativas de sostenibilidad que debían cumplir y se les ayudaba a diseñar una estrategia para «generar impacto social y medioambiental».

La página de la empresa de Gómez tampoco muestra, como explicamos, su política de privacidad, que indica cómo se tratan los datos de los usuarios que la utilizan. Si no estaba ahí anteriormente, es decir, cuando ofrecía servicio, estaría incumpliendo con el Reglamento General de Protección de Datos. Tampoco se muestra el aviso legal, sin embargo, al tratarse del alojamiento de un servicio gratuito, los expertos en derecho digital consultados por este diario muestran dudas sobre si la compañía podría ser multada por ello.