Arrimadas se enfrenta a Bal camuflada en una lista de nuevos perfiles
María Muñoz, líder en Valencia, denuncia que la presidenta solo busca blindar su poder
Adrián Vázquez en la presentación de la candidatura bajo la atenta mirada de Inés Arrimadas
La unidad no ha sido posible. Inés Arrimadas y Edmundo Bal se enfrentarán por el control de Ciudadanos. Aunque formalmente no será así, porque la actual líder ha auspiciado esta lista pero sin formar parte de los primeros puestos. La intención es confrontar ... con Bal vendiendo que ese proyecto es el que representa la unidad y la regeneración: «Aquí estamos todos, los nuevos, los veteranos... todos, es la candidatura de todos», aseguraba Adrián Vázquez, candidato a secretario general. Vendiendo además que quedan «huecos» con los que tentar a Bal, sus apoyos o cargos dudosos.
Desde la candidatura de Edmundo Bal trasladaban ayer su «sorpresa» por ver en esa lista a personas que hasta hace días rechazaban la continuidad de Arrimadas como rostro visible del proyecto. Algo que sucederá de facto al mantenerse como portavoz en el Congreso de los Diputados. Patricia Guasp es la líder en Baleares y es candidata a ser portavoz política. Mientras que Vázquez es el líder en el Parlamento Europeo. Su presencia en la política nacional y en el día a día del partido no podrá ser en ningún caso a tiempo completo.
Ese liderazgo de Arrimadas «en la sombra», denuncian, se parece mucho a lo que la actual presidenta defendía desde hace semanas: quedarse al margen de la parte orgánica del partido pero manteniendo los focos del parlamento y sin dar verdaderamente un paso atrás porque no ha renunciado a ser en el futuro la candidata a la presidencia del Gobierno. «No quiere saber nada del partido. Es una operación que se explica por un equilibrio de poder entre lo que quería Arrimadas y lo que deseaba Villacís. Es maquillar lo que había con otros nombres», denuncian los afines a Bal.
El enfrentamiento será inevitable. La presentación de la lista de Arrimadas estuvo precedida por la publicación de una carta de María Muñoz, diputada y líder de Cs en la Comunidad en Valencia, en la que denunciaba que la lista de unidad alrededor de Inés Arrimadas «es un engaño y una mentira». Su posicionamiento es importante porque se trata de una persona querida entre la militancia y que ha formado parte del equipo de la Refundación que ahora mayoritariamente se ha marchado de la lista auspiciada por Arrimadas.
Muñoz es una persona muy cercana a Edmundo Bal y la portavoz económica del partido. De hecho su nombre fue el que Bal propuso a Arrimadas como portavoz política para armar una candidatura de consenso. Algo que fue rechazado de plano por la actual presidenta. La líder valenciana no formó parte de la candidatura de Bal, donde habría tenido garantizado uno de los principales puestos, para intentar propiciar una lista de unidad.
Pero ayer en su carta expresaba que no será posible revitalizar el partido «con esa candidatura impulsada, usurpada y tutelada por Inés Arrimadas», a la que acusaba de «querer mantener el sillón y el sueldo» con una falsa lista de consenso que «no representa lo que durante tanto tiempo tantos afiliados trabajamos durante la 'refundación liberal'».