Los valles del Jalón y del Guadalope, en graves apuros pese a las lluvias

El sistema de regadíos del valle del Jalón depende de tres embalses: el pantano de La Tranquera y las presas auxiliares -de reducido tamaño- de Monteagudo de las Vicarías y de Maidevera. En total, esta red de presas tan solo tiene actualmente 37,8 hectómetros cúbicos, tras haber aumentado en la última semana en un leve 0,9%. Está al 37,8% de la capacidad máxima de embalse qu esuman esos tres pantanos.

Es un nivel de reservas ínfimo para esta época del año, justo cuando se está a las puertas de que comience la campaña de riegos, que arranca con la primavera y que se acentúa con la llegada del verano. El año pasado la sequía ya hizo mella, y aún así a estas alturas del año el sistema del Jalón contaba con 30 hectómetros cúbicos más de agua embalsada que la que tiene ahora.

En la zona turolense del río Guadalope la situación también es apurada. Tiene 80 hectómetros cúbicos de agua embalsada, lo que singifica que está al 39,2% de su capacidad máxima. El año pasado en estas mismas fechas tenía 51 hectómetros cúbicos más que ahora.

Ambas zonas, duramente castigadas por la sequía y que se enfrentan a una campaña de riegos llena de sombras por las escasas reservas de agua, se encuentran en la margen derecha del Ebro, la más castigada por la sequía. En la margen izquierda las reservas de agua son mucho mayores, aunque también se deja sentir la sequía. Por ejemplo, las reservas de agua en el gran sistema de Riegos del Alto Aragón están al 66,3%, un 22,4% menos que hace justo un año.

En el conjunto de la cuenca del Ebro, la reserva de agua embalsada asciende en estos mometnos a 5.222 hectómetros cúbicos, lo que supone un 68% de la capacidad total de embalse de esta cuenca, tres puntos por debajo que hace un año.