La mayoría de la población que atrae Aragón se queda en Zaragoza capital

Al calor de las expectativas laborales y de calidad de vida que ofrece Zaragoza capital, esta urbe ganó 20.769 habitantes en el cuatrienio 2015-2019 -último del que hay datos oficiales del INE-. Huesca capital sumó 1.674 habitantes, y el censo de Teruel capital aumentó en 676 personas. Algunos municipios de mediano tamaño también ganaron habitantes. Pero en cientos de municipios aragoneses esta etapa de bonanza demográfica ha pasado de largo; no solo no la han notado sino que han seguido perdiendo población.

Entre los municipos que han perdido y los que han ganado población, el saldo de conjunto en el cuatrienio 2015-2019 arrojó un aumento de 20.000 habitantes netos para el agregado de Aragón. Pero, en la práctica, como se ha indicado, el crecimiento lo copó Zaragoza capital, seguida –en mucha menor medida– por las capitales de Huesca y de Teruel.

Por eso, la llegada de habitantes que se produjo en los últimos años no ha servido para reducir la enorme brecha demográfica que se da entre las capitales y el medio rural aragonés. De hecho, Aragón tiene ahora más municipios en riesgo de extinción que hace un año, y muchos más que hace cinco.

El desequilibrio demográfico-territorial de Aragón se ha enquistado, con el peligroso efecto que tiene en los municipios más pequeños, los más vulnerables. En números redondos, el 60% de la población aragonesa se concentra en sus tres capitales de provincia, mientras que el 40% restante se reparte entre un total de 728 municipios, lo que da idea del enorme minifundio demográfico que compone el mapa de esta región.

Aunque Teruel es una de las provincias españolas con mayor asfixia demográfica, el problema es también muy acusado en el resto de la región. La provincia de Zaragoza da fe de ello: tiene 293 municipios, pero el 70% de toda la población se concentra en su capital. En Teruel, la capital concentra al 27% de la población de toda la provincia. Y en la de Huesca, al 24%, según los últimos censos oficiales de población que ha certificado el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En los últimos 25 años, ese proceso de concentración urbana se ha hecho especialmente notable en la provincia de Teruel. En 1996, la capital turolense suponía el 21% de la población de toda la provincia, mientras que ahora concentra al 27%.