Igor el Ruso trabajó de temporero ilegal en Lérida y se refugió en Valencia antes de asesinar en Teruel

Igor el Ruso confesó ser autor tanto de ese triple crimen como del intento de asesinato de otros dos vecinos de Albalate a los que tiroteó -les dejó malheridos- cuando entraban a su masía, en la que se había colado previamente Feher. Éste explicó que llevaba desde finales de noviembre en esa zona del Bajo Aragón, un entorno muy poco poblado y salpicado de masías.

Como informó en su día ABC, los vecinos habían denunciado abundantes robos en masías de la zona . El sumario habla exactamente de 15, once de ellos cometidos antes del primer tiroteo en el que cayeron malheridos dos vecinos -ocurrió el 5 de diciembre pasado- y los cuatro restantes ocurridos en los días que transcurrieron hasta el triple crimen.

La declaración judicial de Feher destila frialdad. No duda en confesar los crímenes que cometió y destaca de sí mismo su preparación militar . Pero, pese a autoincumplarse, guarda silencio absoluto cuando es preguntado por las identidades de sus contactos en España.

A Igor el Ruso se le perdió la pista en Italia en abril del año pasado, tras un doble asesinato cometido en aquel país en el que, previamente, ya había sido encarcelado. Las fuerzas de seguridad italianas alertaron a las autoridades españolas. Tenían indicios que les hacían pensar que hubiera podido refugiarse en España. El tiempo les ha dado la razón.

Igor el Ruso dice que entró en España el 21 de septiembre del año pasado. Es decir, según su versión, cinco meses después de que las fuerzas de seguridad italianas le perdieran el rastro. Dice que cruzó la frontera española en bicicleta , que lo hizo para buscar refugio y buscar trabajo. Todo ello haciendo uso de algunas de sus múltiples identidades falsas con las que, según su propio relato, eludió a la Justicia de varios países durante años. Según su propio testimonio, en los últimos años ha utilizado 23 identidades distintas en ocho países europeos.

Feher afirma que pronto encontró trabajo, aprovechando la campaña de recogida de fruta que estaba en marcha en los campos leridanos cuando entró en España a finales de septiembre. Dice que le contrataron como temporero, pero de forma ilegal, sin papeles. Le pagaban en dinero negro. Pero se ha negado a facilitar la identidad ni detalles que puedan dar con el empresario agrario que le dio trabajo de esa forma. Dice que no delatará a quienes le han dado cobertura en este tiempo o le han sido de ayuda.

El mismo silencio guarda respecto a sus contactos valencianos. Asegura que, tras el triple crimen de Albalate del Arzobispo, intentó llegar hasta las localidades valencianas de Chirivella y Catarroja . Su destino no era casual: ya había estado viviendo allí fugazmente y tenía conocidos en esa zona.

Las autoridades italianas supieron hace tiempo de contactos entablados a distancia por Igor el Ruso con tres mujeres afincadas en Valencia -dos españolas y otra de origen cubano-. Se escribía con ellas. De ahí que las autoridades italianas apuntaran como probable que hubiera buscado refugio en Valencia.