El temporal de lluvia y nieve está provocando una nueva crecida del Ebro, que sigue en aumento y que amenaza con provocar nuevas inundaciones en los pueblos ribereños, especialmente en Aragón.
Aunque hasta ahora los datos de caudal y las previsiones que maneja ... la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) sitúan esta riada dentro de los parámetros técnicos de «crecida ordinaria», en los pueblos ribereños crece la inquietud. Entre otras cosas, porque desde hace años crecidas tipificadas como «ordinarias» provocan desbordamientos e inundaciones que anegan miles de hectáreas de cultivo.
El año pasado los pueblos aragoneses ribereños del Ebro subrieron cinco riadas en apenas dos meses, entre finales de enero y la última semana, dejando una larga lista de daños multimillonarios.
En esta ocasión, con las últimas previsiones oficiales elaboradas este lunes por los técnicos de la CHE, se prevé que la crecida del Ebro llegue a Aragón este martes, con un caudal máximo que puede rondar los 1.500 metros cúbicos por segundo.
A Zaragoza capital se prevé que la punta de la crecida llegue en la tarde del miércoles, con un caudal estimado de entre 1.200 y 1.400 metros cúbicos por segundo.
A las seis de la tarde de este lunes el Ebro ya llevaba 1.199 metros cúbicos por segundo a su paso por Castejón (Navarra). En el tramo aragonés más próximo a Navarra, el río ya mostraba claramente ese caudal en aumento. Cuando aún faltan horas para que llegue la punta de la crecida, en la localidad zaragozana de Novllas el Ebro ya alcanzaba los cinco metros de altura a última hora de la tarde de este lunes, y en Pradilla superaba los 6,5 metros.
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