Desmontan, sin estrenarlo, el hospital de campaña que se instaló en Zaragoza por más de 600.000 euros

El montaje de este hospital de campaña le ha costado a las arcas autonómicas 617.000 euros , según informó este lunes el Gobierno aragonés. De ellos, 160.300 euros se gastaron en la compra de materiales y servicios adquiridos por la Consejería de Salud, y otros 456.800 euros es el coste al que ha ascendido el arrendamiento del equipamiento contratado con una empresa especializada.

El material que se había adquirido para este hospital de campaña va a ser reaprovechado en otros centros asistenciales de la región, según han indicado las mismas fuentes.

Este es uno de los dos hospitales de campaña que decidió montar el Gobierno aragonés a finales de marzo, por si la escalada de ingresos dejaba sin espacio los hospitales de Aragón, en particular los de Zaragoza capital, que son los que mayor presión soportaron por la pandemia.

El presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, ya indicó en su momento que se trataba de una inversión preventiva, para garantizar en todo momento la atención hospitalaria en la región. Explicó que prefería acometer ese gasto, antes que correr el riesgo de escatimarlo y que luego se agotaran las camas en los hospitales.

«Espero y deseo que no lleguen a ser utilizados (estos hospitales de campaña). De ser así, me alegraré mucho de haber gastado fondos que no hayan servido para nada, pero lo que no estoy dispuesto es a asumir un arrepentimiento de por vida por un colapso de los hospitales que nos obligara a tomar medidas absolutamente trágicas», afirmó Lambán hace un par de meses, cuando activó la instalación de los dos hospitales de campaña.

Además del montado en el Auditorio de Zaragoza -con 105 camas-, la Consejería aragonesa de Sanidad instaló otro hospital de campaña en la Feria de Muestras, a las afueras de la capital aragonesa. En este caso, con un total de 400 camas. Este hospital de campaña no va a ser desmontado, de momento. Se mantiene en reserva para hacer frente a un posible rebrote en los próximos meses, en particular con la llegada del otoño, momento que preocupa especialmente a los epidemiólogos.