Juanma Moreno saca adelante las primeras cuentas en la era Covid para la recuperación

Un éxito político, sin duda, que le garantiza la estabilidad política hasta el final de la Legislatura. En política dos años es mucho tiempo pero es poco probable que se abran las urnas en Andalucía antes del invierno de 2022.

La tramitación de estas cuentas de la pandemia han sido complejas hasta tal punto que el propio presidente Juanma Moreno se planteó prorrogar las de 2020. Entendía que era el momento para buscar el mayor consenso entre los grupos políticos andaluces y empezó a negociar con todos. Pero las diferencias irreconciliables de Vox y el PSOE dieron al traste con su voluntad de acuerdo . Los socialistas se marcharon de la comisión para la recuperación —de donde han salido una buena parte de las propuestas que están en las cuentas ya aprobadas— porque la presidía un diputado de Vox.

Y cuando el consejero de Hacienda y el portavoz del PP, José Antonio Nieto, empezaron a negociar con el PSOE, Vox se retiró sabiendo que sus 11 votos eran imprescindibles para que las cuentas salieran adelante. El plante de Vox, —que se justificó por las palabras de Casado a Abascal en su fallida moción de censura en el Congreso— ha provocado un endurecimiento de sus exigencias para dar su voto afirmativo. Ahora se ha creado una comisión bilateral para vigilar el cumplimiento de los acuerdos firmados, lo que no había sucedido en los dos años anteriore s. También tendrán opinión en la elección de los proyectos que se financiarán con los fondos europeos que están por llegar.

Con todo, la Ley de Presupuestos de la Junta aprobada ayer incluye 75 enmiendas de todos los grupos políticos, incluso de los diputados no adscritos que fueron expulsados de Adelante Andalucía.

La prioridad del Presupuesto de la Junta para 2021 es la lucha contra el coronavirus en todas sus vertientes. Ayer el presidente andaluz aseguraba que las cuentas son «eficaces contra la pandemia y para la recuperación económica» y todos los portavoces del PP y Ciudadanos que han pasado por la tribuna del Parlamento en los dos últimos días en los que se ha debatido el Presupuesto, han defendido que se destina el 7% del PIB a Sanidad y el 5% a Educación «por primera vez en la historia».

Una de las principales novedades es que cuentan con 450 millones de euros para un fondo Covid, una partida sin destino concreto que pretende servir para paliar los imprevistos que pueda causar el coronavirus en el nuevo año. Si esos fondos no se destinasen a gasto sanitario, Juan Bravo se ha comprometido en el Parlamento a consensuar con los grupo parlamentarios en la Comisión de Hacienda a qué destinarlos. Así está recogido, además, en la Disposición Adicional 4 de la Ley que se aprobó ayer y entrará en vigor el 1 de enero.

Los grupos de la oposición, PSOEy Adelante Andalucía, consideran que el incremento en las partidas de Salud son insuficientes para atajar la grave crisis sanitaria por la que estamos pasando. Ramírez de Arellano, portavoz del PSOE en Hacienda y anterior consejero del ramo, considera que el fondo Covid debería estar integrado en las partidas de la Consejería de Salud puesto que allí se van a gastar. «No lo hacen porque no quieren consolidar el gasto social por mucho que digan».

Otra de las características de las cuentas de la Junta es que no contemplan como ingresos los fondos europeos. El consejero de Hacienda, Juan Bravo, ha explicado que sus previsiones son muy prudentes optando siempre por sumar las cuantías de ingresos menos optimistas y dejando fuera ingresos extraordinarios cuyo monto total de desconoce como ocurre con los fondos Next Generation de la UE, o los React (de los que podrían llegar entre 1.000 y 2.400 millones de euros). El objetivo es generar «certidumbre, estabilidad y confianza».

Una decisión que también censuran desde los grupos de la oposición. PSOE y Adelante Andalucía creen que es el momento de apostar por unas cuentas más expansivas, con más gasto público, permitido además por el Gobierno central. «Sus cuentas son excesivamente prudentes porque usted congela partidas para cuando haga falta. Yo no sé, la verdad, cuándo van a ser más necesarias que ahora» afirmaba Inmaculada Nieto, portavoz de Adelante Andalucía .

«Son unas cuentas responsables y que tienen un compromiso con la sostenibilidad financiera del Estado y que aportan justicia intergeneracional», decía el consejero Juan Bravo.

Con permiso del Covid, el Presupuesto se centra en la recuperación económica con una inversión cercana a los 4.000 millones, lo que supone un incremento del 13% respecto al año anterior. Una recuperación que basan en dos pilares, la transformación digital y las medidas contra el cambio climático y políticas verdes , exactamente los mismos ejes estratégicos que ha marcado la Unión Europea para el reparto de los fondos que traerán 140.000 millones a España.

Los portavoces de los grupos de la oposición mantuvieron una actitud crítica con las cuentas a pesar del agradecimiento que el consejero de Hacienda hizo «al talante de todos» y a la lealtad que, a su juicio, han demostrado durante los dos meses que ha durado la tramitación de esta ley , la más importante de cuantas aprobará el Parlamento.

El portavoz de Vox, Alejandro Hernández, avisó de que estará «vigilante» para que se cumplan los compromisos que se han firmado. «El objetivo debe ser no endeudarse y gestionar con eficacia los recursos de los que se dispone. Lo positivo es que ahora existen unos 1.650 millones de euros más para enfrentar esta gravísima crisis sanitaria, económica y social».

Desde el PSOE, José Fiscal, portavoz parlamentario, consideró que «en sanidad este Gobierno incluye 400 millones menos que lo gastado en este 2020». José Fiscal censuró que Juanma Moreno haya aprobado los presupuestos de 2021 con el único apoyo de la «ultraderecha» de Vox, cuentas de las que ha dicho que «nacen ya en números rojos».

Desde Adelante Andalucía, Inmaculada Nieto los calificó como «insuficientes» para sostener los servicios públicos y afrontar la recuperación social y económica, y cree que consigna recursos por debajo de las necesidades. Además, consideró que es «incoherente y renuncia» a recaudar ingresos a las rentas altas, mientras se pide más dinero público al Gobierno central, por lo que lamentó que «ejemplifica» una opción política legítima, pero «totalmente equivocada» para Andalucía que «no va poder darle respuestas a los gravísimos problemas que hay que abordar» .