Inés Arrimadas descarta cualquier fisura en el Gobierno andaluz y asegura que queda año y medio de legislatura

La visita de Arrimadas ayer a Sevilla, aprovechando una celebración familiar en su ciudad natal, Jerez de la Frontera, era por tanto de lo más oportuna. Arrimadas se reunió con la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet , y el grupo parlamentario de Ciudadanos. Lejos de la frialdad que demostró en su última visita hacia el líder andaluz del partido, ayer se deshizo en elogios hacia el vicepresidente Juan Marín , mostrándole su «reconocimiento y apoyo» y declarándose «orgullosa» del trabajo que viene realizando su compañero en la ejecutiva permanente.

En su balance de gestión, Arrimadas destacó la modernidad aportada por Ciudadanos al Gobierno de la Junta, hizo mención a los avances en políticas sociales , con los registros máximos de ayudas a dependientes o en los pagos de renta mínima; a las políticas contra la violencia de género , o la dotación histórica de inversiones de la consejería de Educación –del 5 por ciento del PIB– o iniciativas contra la corrupción, como la Ley de lucha contra el fraude y la corrupción que llevarán a debate la próxima semana al Parlamento, y que considera será simbólica del Gobierno del cambio, avanzó.

Para Arrimadas «es un honor el trabajo hecho en la Junta», un «sueño hecho realidad», por lo que se mostró dispuesta a «seguir defendiendo el gobierno después de dos años y medio de estabilidad, reformas y modernidad» . Según Arrimadas, «estamos haciendo lo que nos comprometimos a hacer, lo que firmamos en el acuerdo de gobierno con el PP, que se está cumpliendo, que es bueno y funciona ».

Por eso no duda de que se llevará la legislatura a término , porque «este es un Gobierno –dijo– a prueba de boicot de partidos que solo piensan en sus intereses».

Cuestionada por la estabilidad del Gobierno andaluz tras el anuncio de Vox de retirar su apoyo parlamentario, la líder de Ciudadanos insistió en que el Gobierno andaluz trabaja con todos los grupos políticos para sacar adelante las iniciativas. «La pregunta es para Vox, por ejemplo: que diga si va a votar a favor o en contra de la Ley contra el fraude. Nosotros seguiremos construyendo, mientras que los que tienen tantas ganas de derribar deben explicar por qué tienen tanto interés en hacerlo», concluyó.