Escuredo reivindica el discurso andalucista del 28-F

Escuredo ha inaugurado hoy las jornadas «28 F. La fuerza de un pueblo«, organizadas por la Fundación Cajasol, la Universidad de Almería y la de Sevilla y la Cátedra que lleva su nombre. Entre referencias históricas a la lucha que hace 36 años protagonizó Andalucía por su autonomía, Escuredo recordó que siempre se tuvo «muy claro defender el máximo de autogobierno en el marco de la legalidad y de la Constitución , sin hacer trampas a España».

El expresidente andaluz lamentó que partidos de izquierdas utilicen los mismos argumentos que en 1980 utilizó la derecha cuando Andalucía reivindicó masivamente en las calles su autonomía. Y advirtió, en alusión al documento de pacto de Gobierno propuesto por Podemos, que algunos sostienen que «sólo hay tres "naciones" y a la que más chilla hay que darle eso que llaman eufemísticamente derecho a decidir». «No se puede defender un proyecto nacional de país y al mismo tiempo defender el derecho de la segregación de naciones que, además, representan más de 55 por ciento del PIB», indicó Escuredo, quien recordó la vigencia de la frase pronunciada hace 36 años: «no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos».

El expresidente reivindica un discurso andalucista desde Andalucía y a preguntas de uno de los asistentes respaldó que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, agite la bandera española en el debate territorial, pues es la bandera que «representa a la ciudadanía española y también a la andaluza», así lamentó que a algunos de izquierdas les «dé vergüenza» y la «demonicen». «No sobra hablar de España, porque algunos se empeñan en dividirla» .

Optimista sobre el futuro, «porque son tiempos de negociación y de acuerdo , no obvió que el PSOE debe hacer «mucha autocrítica» y tiene que «recuperar el discurso político». «Durante muchos años no ha existido» y esto «ha servido a otros partidos para rellenar esos agujeros».

Rafael Escuredo dice que no hay que dar consejos, pero sí ayudar «para recuperar un espíritu de consenso necesario para que España no sea una preocupación en Europa», aunque recomendó que en estos tiempos de confusión «mejor la razón y no la emoción» .