Covid Andalucía
La variante Delta con alcohol, el combinado que dispara la quinta ola Covid
La Junta pide control sobre los botellones y reuniones juveniles al ser un foco de contagios difícil de rastrear
Mario Reina, 35 años: «Contagié a diez amigos de Covid y yo acabé en la UCI dos semanas»
Ana Cebrero, 26 años: «Un año después aún necesito un inhalador por el Covid»
Juan J. Borrero
Los jóvenes son ahora el colectivo más vulnerable al Covid , como en un principio lo fueron los ancianos. Los retrasos en el suministro de vacunas de la compra unificada de la Unión Europea los ha condenado a esperar al ... menos hasta finales de agosto o septiembre para estar inmunizados. Esta circunstancia coincide con la relajación de las restricciones que decayeron con el estado de alarma en mayo, el final de curso, las vacaciones de verano y la irrupción en Europa de la variante Delta del coronavirus, mucho más contagiosa.
Hay 1.386.604 andaluces entre 15 y 29 años. Solo un 7 por ciento tiene completa su pauta de vacunación por tener patología de riesgo, ser erasmus o profesional sanitario, docente, militar, policía, etc. Un diez por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años tiene anticuerpos por contagio.
En esa franja de edad el virus hace ahora estragos con una incidencia de más de 700 contagios por cada 100.000 chavales en las últimas dos semanas. La mayoría no desarrolla una enfermedad grave, pero nada puede descartar que los síntomas deriven en una neumonía, que terminen ingresados en UCI o que sufran durante meses lo que llaman un Covid persistente. Una lotería a la inversa que no merece ser jugada. Más de 400 jóvenes contagiados han pasado en los últimos cinco meses por hospitales y 41 menores de 29 años han perdido la vida por Covid desde el inicio de la pandemia.
Víctimas y cómplices
Los jóvenes no son solo víctimas de esta quinta ola sino para muchos expertos también cómplices en su expansión por seguir prácticas de riesgo , peligrosas sobre todo cuando además concurre consumo de alcohol que induce a la desinhibición. Un concierto multitudinario sin medidas de control y quedadas de decenas de jóvenes de distinta procedencia fueron la clave del macrobrote de Mallorca que sirvió de prólogo a la quinta ola en España. El botellón y las celebraciones de graduación se confirman como origen de numerosos brotes, como los de Conil, Tíjola o Peal del Becerro , hoy la única población andaluza confinada por alta incidencia.
Algunas comunidades ya han señalado al ocio nocturno como parte del problema ordenando su cierre, una posibilidad que no se descarta en Andalucía si en diez días la incidencia sigue disparada. Expertos ponen en duda la eficacia de esta medida si no lleva asociado un toque de queda , ya que solo conseguiría multiplicar los botellones y reuniones en lugares no controlados.
La Junta de Andalucía ha pedido al resto de administraciones que intensifiquen las medidas para evitar los botellones, una práctica prohibida por la Ley /2006 que no se ha conseguido erradicar en todos estos años y que es ahora la principal preocupación en la lucha contra la expansión del Covid.
En Sevill a, donde el fenómeno del botellón no se ha podido erradicar, 149 patrullas de Policía por turnos peinan la ciudad con especial vigilancia ahora en zonas con bares de copas porque pasadas las dos de la madrugada, hora marcada de cierre por las restricciones, la fiesta sigue en las calles.
En Granada , los miradores son ahora la zona caliente Covid. Allí se suceden, aunque con relativa normalidad, los botellones que junto a fiestas en pisos de alquiler suman unas 40 denuncias de Policía Local . La estampa de los miradores granadinos, lugar clásico de concentración de jóvenes en las noches de la capital, empieza a alejarse bastante de la crisis sanitaria. Esto ya fue un problema latente durante el desconfinamiento, que solo se vio rebajado cuando volvió la actividad en la hostelería. El principal foco Covid en jóvenes granadinos no se ha dado en la ciudad, lo trajeron estudiantes que celebraron un fin de curso en Conil . Ya hay un centenar de contagiados.
No siempre es posible controlar este fenómeno por la policía. En la provincia de Huelva, no se han registrado brotes asociados con el ocio nocturno ni importados pero los ayuntamientos costeros se rearman ante lo que se les viene encima.
Fiesta en la Costa
En Punta Umbría , donde la población (16.000 habitantes) se multiplica por 100 durante el verano, se han abierto en el arranque del verano 25 expedientes por botellones , la mayoría en la playa y en la zona de la Canaleta. «Necesitamos ayuda, tenemos dificultad para controlar estas concentraciones y así lo hemos trasladado a la Subdelegación del Gobierno», manifiesta el concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil del municipio costero, Alejandro Rodríguez. El Consistorio realizó el pasado año un trabajo «importante» para erradicar los botellones pero han repuntado por los horarios de esta temporada.
En el pico oriental del litoral onubense, Matalascañas , no se manejan aún datos de sanciones. Al botellón se le puso punto final hace años, afirman desde el Ayuntamiento, y solo se han disuelto pequeños grupos de jóvenes en lo que va de verano en algún parque o zona de playa. «No digo que no vaya a haber o se vaya a desmadrar, pero a fecha de hoy no hay problema», afirma el concejal de Turismo y Matalascañas, José Miguel Espina.
No es menos cierto que el incremento de la movilidad de una comunidad líder en la recepción de turismo es igualmente un factor determinante para analizar la actual situación epidemiológica. Basta observar cómo la provincia de Málaga una vez recuperada su actividad de vuelos internacionales ha disparado sus contagios para sufrir ahora la más alta incidencia de la comunidad.
En la capital de la Costa del Sol , las concentraciones tras el cierre de los bares a las 2 de la madrugada y los botellones ya han provocado incidentes nocturnos . Mientras el alcalde, Francisco de la Torre, aboga por realizar test de antígenos a los clientes de los establecimientos, el subdelegado del Gobierno, Teófilo Ruiz, acusa al Consistorio de no ejercer el control suficiente en puntos críticos como el centro histórico.
No todo es botellón
Esta semana, el regidor cuestionó que el botellón fuese un problema en la capital. Lo que se produce –dijo– es que «unos cuantos jóvenes están charlando y se les pasa el tiempo. ¿Puede llamarse eso botellón?». Este periódico ha tenido acceso al registro de denuncias por incumplimiento de la Ordenanza de Convivencia Ciudadana y solo en el mes de junio se registraron hasta 477 por concentración de personas consumiendo bebidas alcohólicas en zonas no autorizadas. La pasada semana la Policía Local denunció a 32 menores que hacían botellón mientras bailaban y fumaban sin mascarilla en un mirador de difícil acceso en la zona este de la capital.
La r ebeldía frente a las restricciones es otro fenómeno a tener en cuenta. El cierre temprano de bares caldea los ánimos y la diversión deriva en violencia como ocurrió en Fuengirola , donde el sábado pasado un grupo de jóvenes lanzó vasos y botellas a la Policía en un enfrentamiento que acabó con un detenido y varios agentes heridos.
La Policía Local se afana por evitar estas concentraciones en la comunidad, pero el esfuerzo es infructuoso. El 16 de junio la Policía Local de Jaén levantó 60 actas por infracciones relacionadas con el coronavirus. Casi todas se derivan del botellón, como el que se celebra en el parque Santi González durante el fin de semana.
La policía pide a los jóvenes que ejerzan su responsabilidad cuando se divierten. Y hay vecinos que piden lo mismo a los adultos que, según expone en la página web del cuerpo de seguridad, «salen a la calle y se agrupan, sin distancias, sin mascarillas (…) y así día tras día, pasándose por las narices las normas de convivencia y encarándose con lo que les llaman la atención».
Jaén es la provincia con mayor porcentaje de contagios en edad juvenil, casi un 63 por ciento del total de casos. Una fiesta está detrás del brote que ha confinando a Peal de Becerro , con 50 casos en una semana.
Graduados en Covid
Otra fiesta privada de graduación de los alumnos del IES Alto Almanzora de Tíjola provocó a principios de julio un brote con medio centenar de contagiados. Tras la puesta de bandas en el centro educativo, los alumnos organizaron una cena y posterior fiesta. Algunos de estos jóvenes que resultaron positivos también estuvieron en otras celebraciones privadas durante el fin de semana lo que provocó la expansión de contagios a otros municipios próximos.
En Cádiz preocupa especialmente la incidencia en Conil y Tarifa, poblaciones costeras y tremendamente turísticas que ven incluso quintuplicada su población durante la temporada estival. Esta circunstancia se ha tenido en cuenta para no aplicar a Conil un cierre perimetral con cierre de establecimientos a pesar de registrar tasas de incidencia superiores al millar de casos por 100.000 habitantes.
El alcalde, Juan Bermúdez, lo explica: «Tenemos puntas de casi 70.000 visitantes en un día y por lo tanto la tasa de incidencia no es real. Tampoco hay ningún conileño hospitalizado ni en UCI por Covid porque los rangos se están produciendo en una población joven en la que casi todos los casos son asintomáticos o muy leves. Si no fuera así yo habría sido el primero en pedir el cierre perimetral», asegura.
Eso sí, reconoce que hay que redoblar esfuerzos para controlar los botellones , sobre todo por el comportamiento de algunos jóvenes. «Tras un año muy complicado, parece que han salido a disfrutar como si no hubiese un mañana». Para muestra, el vídeo viral de jóvenes de fiesta en el municipio sin mascarillas ni distancia de seguridad cantando «Hemos venido a emborracharnos, el resultado nos da igual» . Hay sanciones, aunque el regidor no pudo precisar cuántas.
En Tarifa , donde el pasado fin de semana hubo 15 denuncias por botellón y 6 por desobediencia, su alcalde Francisco Ruiz, aboga por no criminalizar a los jóvenes, aunque les pide una mayor responsabilidad al no estar vacunados: «La mayoría cumple las normas pero hay una minoría que no. Les pedimos que mantengan grupos burbuja y que no celebren botellones».
Mañana habrá un cribado masivo en Tarifa. Su alcalde pide a los convocados que acudan y se aíslen los positivos, porque ese es otro problema: ¿Cumplen los jóvenes la pauta de aislamiento?
Con información de R. Font (Huelva), A. Holgado (Granada), P. Marinetto (Málaga) , J. López (Jaén), R. Pérez (Almería) y S. Fernández (Cádiz)
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