Coronavirus Andalucía
Las quejas de los opositores: mucha competencia, cambio de fechas y temario complicado
Tres aspirantes a funcionarios en la Junta de Andalucía cuentan su experiencia en la preparación de las pruebas a las que se enfretan desde este sábado
Elisabet Porra: «Tengo dos niños y quiero un puesto donde pueda conciliar, por eso oposito»
Los dos hijos de Elisabet son la principal razón por la que decidió opositar. Se presenta este fin de semana al cuerpo C de la Junta porque quiere «un puesto donde pueda conciliar». La mayoría de los trabajos en la empresa privada, señala, ... son «de mañana y tarde y así no llego, yo no tengo a nadie con quien dejar a los niños». Porra es consciente de que tiene una dura competencia con más de 45.000 aspirantes que, como ella, buscan un trabajo fijo en la administración hoy y mañana. «Es muy complicado, lo sé. Además tengo la sensación de que por más que repaso y repaso, no me lo acabo de saber del todo. Es que es mucho temario», indica. Ella quizás vaya con menos nervios a sus exámenes porque ya sabe lo que es. Se presentó a este cuerpo en 2009, pero entonces no hubo suerte. «Lo preparé por mi cuenta y era la primera vez», explica. Lleva estudiando desde hace un año y le roba todo el tiempo que puede a su casa y a sus hijos. Se levanta pronto, se acuesta tarde, coge los libros cuando ellos están en el colegio... Un esfuerzo enorme. «Quiero que sea ya el examen», se ríe.
Cristina Jiménez: «A las pruebas se presenta una burrada de gente y el temario es muy exigente»
Ante la pregunta de cómo lleva las oposiciones, Cristina responde: «Bien, bien... bueno, no sé, verás... uff» . Pesa ya el año completo que lleva estudiando ocho horas diarias. Su compromiso es tal que dejó el trabajo a media jornada que tenía para dedicar todo el tiempo posible a las oposiciones. Licenciada en Derecho y con dos master, busca en la administración un trabajo con buen salario y buenos horarios. Algo que no encontró en la empresa privada. «Ejercí en un bufete pero eso no era para mí, así que decidí opositar». Jiménez es consciente de la dificultad de este proceso: «Se presenta una burrada de gente y el temario es muy exigente. Hay mucha legislación. Quienes aprueban y sacan plaza es porque o bien trabajan ya en la Junta y se conocen esto o porque se dedican todo el día a estudiar». La segunda fue su opción. Apruebe o suspenda tiene pensado celebrarlo el domingo con su prima Laura que ya pasó este examen. Y en su cabeza está seguir opositando si no saca plaza. «Quiero presentarme a las de Ayuntamiento, que son parecidas», explica.
Nicolás Picabea: «Los tres aplazamientos del examen me rompieron el ritmo de estudio»
Nicolás lleva tres años estudiando para las oposiciones. Pero los últimos 12 meses se le han hecho más cuesta arriba. La culpa, de la pandemia. «El examen debería haber sido en junio del año pasado y por el coronavirus los aplazaron. Y luego lo volvieron a cambiar. Los tres aplazamientos me rompieron el ritmo de estudio. Picabea, que reconoce que ya no tiene la concentración de cuando era joven -cumple este año los 38 años-, tiene además dos hijos, lo que le ocupa mucho tiempo, que le tiene que quitar al estudio. Aún así explica que al menos cinco días a la semana saca entre cinco y ocho horas cada jornada para sentarse con el temario. Este es la primera vez que se presenta a las oposiciones del grupo C aunque hizo las pruebas a un cuerpo similar «para probar». No le salió mal, señala, lo que le da esperanza para este fin de semana. «Tengo claro que voy a aprobar. Pero lo de sacar plaza... Eso ya es mucho más complicado», indica. ¿Y si suspende? «Seguiré estudiando, pero me buscaré un trabajo para hacer las dos cosas a la vez», indica.
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