Coronavirus Andalucía

Desescalada: los conciertos y el fútbol con público tendrán que esperar hasta mayo de 2021

Agricultura e industria serán las primeras en recuperar la actividad plena, según el sistema de predicción basado en el riesgo diseñado por un grupo de investigadores de Sevilla

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Plan de reapertura por sectores ABC

Antonio R. Vega

14/05/2020
Actualizado 15/05/2020 a las 11:36h.

Con el regreso escalonado a la «nueva normalidad», vuelve la vida pero hay sectores que tardarán más tiempo en reactivarse al cien por cien. Entre las actividades afectadas por la sacudida del coronavirus, la industria y la agricultura serán las primeras en sobreponerse . ... Habrá que olvidarse al menos durante un año de llenar las gradas de un estadio de fútbol o de tocar palmas y corear canciones en un concierto o festival de música . Cuantos más contactos involucra una actividad y cuanto más difícil sea adoptar medidas para prevenir la infección, más lenta va a ser la vuelta a la vida arrebatada por el coronavirus. Esta regla de oro que parece sencilla se complica cuando entran en juego otras variables: el número de contactos, la intensidad de los mismos o el margen de maniobra de cada actividad para reaccionar ante posibles rebrotes.

Un grupo de investigación de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla (US) ha diseñado una herramienta para monitorear y controlar la evolución de la pandemia. Una vez diseñado el simulador o modelo de predicción SEIR, planifica cuándo tiene que entrar en funcionamiento cada actividad dependiendo de su nivel de riesgo y su impacto en la economía, que se mide con arreglo a su contribución al PIB.

«Lo que manda es el riesgo, el famoso R», el número de personas que puede contagiar a su vez cada individuo infectado, explica el catedrático de Organización de Empresas, Adolfo Crespo , que coordina este trabajo publicado en el repositorio de artículos científicos de la US. « Se evalúa el riesgo de cada actividad económica y se clasifica en una matriz de hasta 18 niveles de riesgo , identificándola con semáforos verde, ámbar y rojo».

Pendientes del índice de reproducción

Aprovechando el maremágnum de datos, el grupo ha lanzado un modelo matemático que permite a los gobiernos y a las empresas afrontar las distintas fases de desconfinamiento en función de las oscilaciones de la matriz R. Cualquier comportamiento anormal de la pandemia a partir de los datos que entran cada día, ya sea a nivel nacional, regional o provincial, es detectado, diagnosticado y pronosticado con antelación de manera automática gracias a este sistema. « Se hace un seguimiento del R para vigilar que no esté fuera de control », expone el profesor.

Investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros diseñan un sistema de predicción que planifica la reapertura gradual de todas las actividades

Cuando el R está por debajo de 1, que indica que un infectado tiene la capacidad de transmitir el patógeno a una sola persona o menos, la propagación comienza a detenerse. En cambio, si supera ese umbral y llega al 1,2 empiezan a encenderse las alarmas: el sistema sanitario puede colapsarse en menos de tres meses.

Con la vista puesta en el número reproductivo efectivo, el R, los investigadores marcan una guía para ir reabriendo las distintas actividades económicas que el decreto de alarma no consideraba esenciales. Se miden dos factores: el riesgo de contagio y el potencial de modificación , que indica la capacidad que tiene cada sector para mitigar cualquier posible contagio con medidas como dotar de equipos de protección a los trabajadores o extender el teletrabajo cuando sea posible.

« Reducir el riesgo al reabrir las actividades es la clave del éxito », señala. La idea es ir devolviendo la economía a la vida poscoronavirus con arreglo al riesgo que entraña cada sector y a su peso en el PIB buscando un equilibrio entre coste, riesgo y beneficio.

El comercio, hasta octubre

El estudio dibuja el siguiente mapa de «desescalada». La agricultura y la industria serán los primeros sectores en funcionar a pleno gas justo después del confinamiento, mientras que el entretenimiento de masas «no volverá a la plena normalidad hasta mayo de 2021» , cuando se espera la llegada de una vacuna.

El concepto de lo que se considera «normal» tiene matices: que un sector «alcance el 100% de la actividad no significa que el nivel de producción» vaya a correr parejo, «ya que la demanda puede bajar». La hostelería podría estar a pleno funcionamiento en noviembre . El comercio, en octubre. Para restablecer el transporte de mercancías y el almacenamiento, relacionados con el sector servicios, habrá que esperar hasta febrero.

El modelo matemático no deja cabos sueltos. A medida que se incorporan actividades, el riesgo de contagio crece y se propone «una mayor vigilancia» de las medidas de prevención.

Este estudio cierra una trilogía de investigaciones llevadas a cabo por un equipo formado por ingenieros y graduados en otras disciplinas que tuvieron que aparcar sus análisis de mantenimiento de trenes de alta velocidad o centrales eléctricas para volcarse en la gestión de la infección del Covid-19. De su primer trabajo salió una propuesta de «desescalada» a nivel provincial y/o local, que el Gobierno tomó después como referencia en su plan de transición hacia la «nueva normalidad». En el segundo creó un modelo de predicción de la saturación de las UCI y hospitales atendiendo a la ratio de transmisión del Covid-19 cuando digamos adiós al confinamiento.

En el trabajo de investigación han participado Eduardo Candón Fernández, Adolfo Crespo Márquez, María Crespo Márquez, Antonio de la Fuente Carmona, Juan Francisco Gómez Fernández, Vicente González-Prida Díaz, Antonio Guillén Lopez, Pablo Martínez-Galán Fernández, Pedro Moreu de León, Enrique Paloma Castro y Antonio Sola Rosique. Para más información, se puede consultar el enlace https://idus.us.es/handle/11441/96049 , donde está publicado el estudio.