Una campaña de Adelante y PSOE tumba un proyecto de 100 empleos en Antequera

El proyecto, que data de 2009, cuenta con el visto bueno del Instituto Geológico y Minero de España, las consejerías de Medio Ambiente, Industria, Salud y Fomento de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Antequera, que durante los últimos años han estudiado, publicado, realizado exposiciones públicas y aprobado los permisos pertinentes para ejecutarla.

La campaña de desprestigio ha hecho, sin embargo, que la planta sea «inviable empresarialmente» a pesar de contar con todas las garantías legales. El plan de actuación definitivo se aprobó el pasado mes de octubre en el Ayuntamiento de Antequera, al que pertenecen los terrenos, con los votos a favor de PP, Ciudadanos y Adelante Antequera-IU. Solo se abstuvieron los socialistas.

Los problemas han llegado con el inicio de las obras, cuando se han organizado protestas para paralizar los trabajos. Este mismo lunes tenía lugar una en el municipio cercano de Villanueva del Rosario, convocada por el Ayuntamiento y respaldada por vecinos y alcaldes de localidades próximas que se surten del acuífero de la Sierra de Camarolos como Villanueva del Trabuco, Casabermeja, Colmenar, Alfarnate, Alfanatejo o Villanueva de Tapia.

En el subsuelo de las sierras de la zona hay varios acuíferos de pequeñas dimensiones y que provocan problemas de abastecimiento , sobre todo en verano. De hecho, muchos de los municipios se apresuran a concienciar a los vecinos sobre el uso responsable del agua, llegando a prohibir que se llenen piscinas y albercas. Precisamente es el miedo a quedarse sin ella lo que ha dado a pie a las movilizaciones, más aún cuando miran a sus vecinos de Fuente de Piedra, donde se surte a la población de agua potable en cubas desde hace cuatro años.

«El agua no se toca» es la consigna que lanzan desde la plataforma de protesta por la planta, que esgrime como argumento el desabastecimiento de los municipios que podría suponer la explotación del acuífero por la embotelladora. En cualquier caso y con la decisión tomada, la empresa fue meridiana en el comunicado: «El agua de este proyecto, como consta en todos los expedientes e informes, está desconectada y no es de la que se nutre Villanueva del Rosario ni los demás pueblos adheridos a la campaña. Esto es una verdad técnica y no política. Esa agua nadie la utilizará y a nadie beneficiará sin este proyecto», subrayaron.

Desde Inversiones Donago han censurado que las protestas hayan llegado de la noche a la mañana, cuando los documentos se han elevado a público hasta en cuatro ocasiones y los Ayuntamientos han tenido acceso a los expedientes. «Nadie, en tantos años, ni alegó, ni se opuso, ni criticó el proyecto» , señalaron en el escrito, en el que dejaban claro que la decisión a la que se han visto avocados no solo supone «un desastre económico» para la empresa tras ocho años de trabajo, sino también para la economía de la comarca.

La planta contaba con una inversión de 15 millones de euros y crearía 100 puestos de trabajo directos e indirectos a los que podrían aspirar vecinos de las localidades cercanas, azotadas duramente por el desempleo y con un nulo tejido industrial. Las oportunidades se van ahora al traste —dicen— por los «enfrentamientos políticos y las manipulaciones y afirmaciones inciertas en redes y en prensa».

Según la empresa, se iba a tratar de una planta ecológica pionera y única en España, «modelo de lo que debe y puede ser la industria del siglo XXI», con el uso hasta el 100% de energías renovables (solar y geotérmica), envases de pet únicamente reciclado, envases de cartón biodegradables, materias primas sostenibles, certificaciones medioambientales punteras y vinculación y compromiso con los 17 objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas.

Inversiones Domago agradeció el apoyo y la comprensión de los funcionarios, las autoridades, el Ayuntamiento de Antequera y particulares y empresas. «Sentimos mucho que en un contexto económico nacional, regional y local tan difícil, proyectos industriales generadores de empleo para tantas familias, innovadores y transformadores de la sociedad sean frustrados de esta manera», indicaron.

Tras el anuncio de la empresa, las reacciones institucionales no se hicieron esperar, principalmente de las fuerzas que abrazaron el proyecto. El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado (PP), acusó al PSOE y Adelante Andalucía de torpedear el progreso del empleo en la comarca de Antequera, señalando directamente a los alcaldes de la zona por «presionar» a la empresa para que desistiera.

«No puede ser que se posicionen en contra de una inversión de este calado, de una apuesta tan decidida por la industrialización. Es con estas iniciativas con las que se consigue crear empleo, dinamizar la economía y también luchar contra la despoblación», apuntó.

El aval es compartido por el Gobierno autonómico y el Ayuntamiento de Antequera, cuyo alcalde, el popular Manuel Barón, cuestionó también ayer el posicionamiento de los alcaldes y concejales de Villanueva del Rosario. Dijo textualmente que la empresa había recibido coacciones e intimidaciones y recordó que durante diez años y mientras los socialistas gobernaban en la Junta nadie había alzado la voz para criticar el proyecto. «Que estén en contra ahora...da que pensar, ¿verdad?», señaló en un mensaje en su cuenta de Twitter.