En vísperas del 28-F

Andalucía no cambiará el rumbo

La Junta apela a un «andalucismo moderno» para reclamar a Sánchez cogobernanza, fondos Covid y una financiación justa del Gobierno

Juan Marín y Elías Bendodo, por los pasillos de San Telmo antes de la rueda de prensa del consejo de Gobierno del 22 de febrero EP / Joaquín Corchero

Antonio R. Vega

Andalucía es una isla de estabilidad institucional en una atmósfera política marcada por las convulsiones orgánicas y las tiranteces entre el Gobierno central y sus aliados (ERC, PNV, Bildu) que conforman una 'mayoría Frankenstein'. «Ni por ruidos que no nos incumben ni por muchas piedras ... que nos intente poner el Gobierno central, Andalucía va a cambiar este rumbo», proclamó ayer el portavoz del Ejecutivo regional, Elías Bendodo (PP). La comunidad autónoma «ha pasado del vagón de cola con los anteriores gobiernos a liderar parámetros que nunca, nunca, había soñado», subrayó poco después de que el Consejo de Gobierno aprobara la concesión de Medallas y distinciones de Hijos Predilectos de la comunidad autónoma.

El próximo lunes el presidente andaluz celebrará su último 28-F antes de que apriete el botón de las elecciones que van a poner a prueba su gestión en el mayor granero de votos socialista. Serán probablemente al final de año, cuando tocan.

Juanma Moreno se juega este año su continuidad en el Palacio de San Telmo. No es un asunto menor en medio de la crisis que atraviesa la derecha. De ahí que el Ejecutivo andaluz del PP y Ciudadanos haya diseñado un Día de Andalucía que reivindica su gestión y marca territorio ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y sus pactos con independentistas. Moreno se reunirá con él en la Conferencia de Presidentes el próximo viernes, sólo tres días después del 28F.

Recursos y herramientas

La declaración institucional que aprobó ayer el Ejecutivo regional resulta elocuente: «Andalucía tendrá que contar con aquellos recursos y herramientas que por justicia le correspondan dentro del ámbito de los intereses de la nación, sin que ningún condicionante espurio ni ningún privilegio inadmisible puedan suponerle un menoscabo».

A la isla de La Palma, donde se citará Sánchez con los barones regionales, el mandatario andaluz llevará tres reclamaciones: la cogobernanza y transparencia en la gestión de fondos europeos, un fondo Covid de 1.000 millones de euros porque el coronavirus «no se ha ido», y un nuevo modelo de financiación autonómica. «Andalucía se desangra financieramente por este modelo obsoleto y perjudicial para nuestra tierra», enfatizó Bendodo. «Es una irresponsabilidad que el Gobierno siga sin poner una fecha», apostillaba. Tampoco va a salir un calendario de dicha reunión. El Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos ha descartado que vaya a abordarse este asunto en la cita con el presidente del Gobierno aunque crece la presión de las comunidades autónomas que le piden más dinero para financiar sus servicios fundamentales (sanidad, educación y políticas sociales).

La actual ministra de Hacienda de Sánchez cuantificó en 4.000 millones de euros la infrafinanciación de Andalucía

El listón de Andalucía lo puso María Jesús Montero cuando era consejera de Hacienda en marzo de 2018. La actual ministra cuantificó en 4.000 millones de euros la infrafinanciación de Andalucía. «Ni un céntimo más ni menos, queremos lo mismo que Montero», aseguró Bendodo. Así se lo ha hecho saber en las alegaciones al borrador que la Junta le ha remitido. Pero Montero ha empezado su reforma por las condiciones de reparto, dejando para el final el tamaño de la tarta (los fondos que van a distribuirse). Entre tanto, la Junta insiste en su petición de un fondo de compensación transitorio para Andalucía, Valencia y Murcia.

El «andalucismo moderno, moderado, constitucional, reivindicativo y perfectamente compatible con sentirse andaluz y español», al que apelaba el también consejero de la Presidencia, constituye algo más que una declaración de principios para un Gobierno de coalición se siente cómodo en la moderación y el centrismo, aunque pacte con Vox. Es también el motor que ha puesto en marcha Moreno para propulsar su carrera electoral. Y la carta a la que va a apostar Ciudadanos para conjurar el hundimiento que pronostican todas las encuestas y continuar en el Gobierno regional otra legislatura. «Hemos reseteado Andalucía en estos últimos tres años, manteniendo el rigor y la lealtad», señalaba ayer el vicepresidente de la Junta, Juan Marín.

El coordinador regional del partido naranja abundaba en la fórmula del aislamiento: «Hemos intentado encapsularnos del ruido». PP y Cs son dos partidos distintos que han tratado de encontrar «ese punto de encuentro, que normalmente está en el centro, a ver si algunos se dan cuenta ahí arriba», remataba mientras buscaba la mirada cómplice del consejero Bendodo.

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