Cuando parecía que toda la jornada del domingo estaría marcada por el sol y el calor en el Rocío, la lluvia irrumpió casi de repente, precedida sólo por el estruendo de unos pocos truenos
Caballistas sorprendidos por el aguacero que cae en la aldea del RocíoM. ÁNGEL JIMÉNEZ
El copioso chaparrón sorprendió a los caballistas y a los peregrinos que disfrutaban de un agradable paseo en la aldea de El Rocío y que aprovechaban para realizar las últimas compras de recuerdos antes de la partida.
La llegada de lluvia provocó que se ... formase un tremendo revuelo en las calles embarradas por las que carros y caballos se apresuraban para cobijarse en sus cuadras, mientras los romeros a pie pedían el favor de refugiarse en el porche de algunas viviendas donde se les recibía con jolgorio al compás de las tradicionales sevillanas «Chaparrones de mayo».
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