Los destinos turísticos de Andalucía aguardan un marco común de medidas para afrontar la sequía durante este verano
Chiclana critica que la Junta «se ponga de perfil y tenga planteamientos contradictorios» mientras El Puerto de Santa María aboga por la «prudencia» a la espera de criterios autonómicos
En la Costa del Sol, Marbella y Málaga proponen una posición consensuada mientras Estepona se lanza a autorizar el llenado de piscinas
El pasado mes de marzo los comités de sequía de las demarcaciones de las que dependen los principales municipios turísticos de verano fijaron un criterio común: cierre de duchas y grifos en las playas y prohibición de llenado de piscinas privadas y comunitarias, con la ... excepción de las deportivas, las públicas y las que dependen de establecimientos turísticos. Lo prioritario era garantizar el consumo y las actividades económicas.
Sin embargo, las lluvias de los últimos días de marzo y primeros de abril han cambiado el escenario y han aumentado las reservas de los embalses que en buena parte de Andalucía tienen ya una situación mejor que la que tenían en el arranque del verano. Las comisiones de sequía se han reunido ya para evaluar de nuevo su situación. En todos los casos siguen las limitaciones de agua, aunque con un mayor margen para los municipios. A esto se sumó el mensaje del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, dejando margen a los ayuntamientos a fijar su propio criterio. Ahora se abren semanas de incertidumbre y tensión en municipios que afrontan meses claves. Unos como Estepona han decidido marcar su paso, otros como Marbella o Málaga piden una posición común de municipios del entorno y otros, como Chiclana, critican la «falta de criterios claros y las contradicciones» del Gobierno de la Junta de Andalucía.
Hay mucho en juego para los principales destinos turísticos en los meses de verano. Marbella, Estepona, Chiclana, Almuñécar o El Puerto de Santa María multiplican por tres o por cuatro su población entre junio y septiembre y esos meses concentran buena parte de su actividad económica. Además, en sus términos municipales se concentran la mayor parte de las 300.000 piscinas que hay en la comunidad autónoma, en un 80% ubicadas en las zonas residenciales, y de las playas urbanas donde los servicios de agua tienen una enorme incidencia.
Por tanto, todos estos municipios turísticos afrontan una decisión compleja y de alcance. La Junta de Andalucía a través de las comisiones de sequía asigna a cada uno de ellos, en función de la zona en la que se ubique un máximo de consumo por habitante y día (que toma como referencia la población residente y una estimación de la alojada durante los meses de verano). Y cada ayuntamiento debe decidir con esos recursos hídricos qué medidas puede adoptar, con el riesgo de ser sancionado o que haya una intervención si sobrepasa el límite establecido y con la prioridad de que el consumo humano siempre debe estar garantizado. A esto se añade que muchos de estos grandes destinos turísticos limitan unos con otros lo que dificulta enormemente que se puedan adoptar decisiones opuestas.
Costa del Sol
La mayor dificultad se concentra en la Costa del Sol, que depende de las Cuencas Mediterráneas, las que se encuentran en un peor estado en sus reservas. Los embalses que abastecen a Málaga se encuentran en un 27% y siguen por debajo de los niveles que registraron el verano pasado. La última comisión de sequía, en el mes de abril, asignó a los municipios un máximo de 200 litros por habitante y día, el nivel más bajo de toda Andalucía.
Eso ha bastado para que Estepona anuncie la autorización del llenado de piscinas privadas de cara al próximo verano. La decisión, anunciada esta semana por el alcalde del municipio, José María García Urbano, fijaba un precedente que podía marcar el paso al resto. Pero frente a este anuncio los principales destinos turísticos han abogado por la prudencia y por definir una estrategia coordinada y conjunta.
Así lo ha hecho Málaga capital. La concejala de Sostenibilidad, Penélope Gómez, defendió el pasado lunes que no deben producirse «agravios comparativos» y que, para ello, la decisión debe ser «consensuada». En la misma línea se ha pronunciado Marbella, cuya alcaldesa, Ángeles Muñoz, ha asegurado que esperarán al dictamen del comité de sequía de la Junta de Andalucía para tomar una decisión. «Cuando tengamos la oportunidad de pasar de un grado de sequía grave a una severa, un paso más abajo, estaremos en disposición de tomar una medida que, creo, debe ser una medida conjunta», ha señalado. En Torremolinos, el enfoque también es de «responsabilidad» y defienden esperar a las directrices que establezca la Junta de Andalucía considerando tanto la situación hídrica local como la del resto del territorio.
En Mijas, la gestión del agua está en manos de Acosol, lo que implica que seguirán las instrucciones que emane esta entidad. Así lo han confirmado a ABC fuentes municipales, que en el caso de Benalmádena señalan que aguardarán a la reunión que la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental ha solicitado a la Junta, aunque sí expresan la voluntad de recuperar los servicios.
Provincia de Cádiz
En el caso de Cádiz, la Comisión de Sequía de la cuenca Guadalete-Barbate ha fijado como máximo 225 litros por habitante y día en 19 municipios gaditanos. Entre ellos, tres de los grandes destinos turísticos, Chiclana. El Puerto de Santa María y Cádiz.
El alcalde de Chiclana, José María Román, ya mostró en el último comité de sequía su malestar con el criterio fijado por la Junta de Andalucía dada la situación actual y rechazó que no se permita a los ayuntamientos adoptar medidas adicionales para incrementar el margen disponible. De hecho, si algún municipio logra recursos propios, la Junta de Andalucía no incrementa la capacidad asignada sino que ese margen se descuenta del total. Este malestar se va a trasladar por escrito a la Consejería de Turismo. Junto a esto, Román critica el mensaje de la Junta de Andalucía: «No se puede poner de perfil y optar por no gobernar. No puede ponernos a los ayuntamientos un límite de uso de agua y al mismo tiempo decir que tenemos autonomía para actuar. Debe fijar una posición más clara y que no sea contradictoria». El objetivo de Chiclana es dotar de servicios con agua las playas. En cuanto a las piscinas, usan en su mayor parte agua de perforaciones, no potable.
El Puerto de Santa María y Cádiz, ambos gobernados por el PP, optan sin embargo de momento por la «prudencia». Ambas ciudades han puesto en marcha sus dispositivos de playa sin uso de agua (sin duchas ni lavapiés) y en el caso de El Puerto de Santa María sin ninguna decisión adicional en torno a las piscinas privadas y comunitarias. No obstante, aguardan nuevos criterios que pueda marcar la Junta de Andalucía.
Granada y Almería
En Granada, la Costa Tropical afronta el verano sin restricciones de agua a la vista. Por lo menos para el consumo humano. El embalse de Rules está al 56% de su capacidad y las escorrentías le siguen surtiendo de agua, con lo que en ese sentido no debe haber problemas. Pero en relación con las piscinas o el agua en los servicios de la playa, los ayuntamientos aguardan a tomar una decisión hasta que haya un planteamiento más coordinado o claro desde la comisión de sequía.
Desde Almuñécar, una fuente municipal resalta que, aunque no falte agua, el municipio quiere ser «solidario» con el campo. Los regantes no tienen tan claro que vayan a poder darle agua a sus cultivos y la agricultura es una fuente de riqueza económica fundamental para la zona. En función de cómo lo necesite el campo, se verá si hay agua en las duchas de las playas y si se podrán llenar las piscinas privadas.
En Motril no hay previsión de restricciones en las playas, con lo que las duchas, en principio, estarán operativas. La medida de permitir o no el llenado de las piscinas en casas y urbanizaciones no se ha adoptado de momento, según han indicado fuentes de este municipio, el más poblado de la costa, con más de 60.000 habitantes.
En Salobreña (algo más de doce mil habitantes), aún no se ha tomado una decisión, según han indicado fuentes municipales. Enclavado entre Almuñécar y Motril, el municipio costero comparte sus mismas circunstancias, por lo que la medida que adopte podría ser similar.
Por último, en el caso de Almería Cuevas del Almanzora sigue analizando la situación de cara a este verano, mientras que Mojácar, otro de los destinos turísticos que más incrementan su población en verano, no prevé tener que aplicar restricciones de agua durante este verano.
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