Schwarzenegger vuelve a la Andalucía que lo lanzó: «Nunca olvidaré mis comienzos en Almería»

El invitado ha explicado que aceptó de inmediato la llamada de Málaga. «No puedo creer que la Comic-Con esté en España… Cuando me invitaron a venir aquí a Málaga, a la primera Comic-Con, dije: «¡Quiero ir!»», ha afirmado.

La presentación ha corrido a cargo de Antonio Banderas, que ha elevado el perfil cultural de su ciudad. «Málaga merece la pena, porque somos una ciudad efervescente y culturalmente preparada, con teatros, museos y festivales, solo nos faltaba un evento como este», ha señalado. El malagueño ha definido al homenajeado con una fórmula sencilla: «No es solo un actor o una estrella, o un político: es una leyenda del cine internacional». También ha hecho una referencia personal al recordar su amistad y su trabajo conjunto en 'Los Mercenarios 3'.

Álex de la Iglesia, que también ha participado en la presentación, ha resumido el impacto del cartel con una frase rotunda: «Hemos conseguido traer al más grande». La ovación ha sellado un giro local: Málaga se coloca en el circuito de grandes citas de la industria del entretenimiento.

El austríaco ha alternado relato profesional y anécdotas. Ha explicado que la pasión por el deporte le dio método y confianza. «El culturismo no es solo construir tu cuerpo, también tu mente y tu confianza», ha afirmado. Ha detallado una rutina de entrenamiento que trasladó al cine con clases de interpretación, acrobacias y dicción. Ha rematado con humor: «Eso de eliminar acento no funcionó… ¡todavía tengo acento, quiero que me devuelvan el dinero!».

La masterclass dejó espacio para las anécdotas de rodaje, con un tono de trastienda que hizo reír al público. El actor contó, por ejemplo, cómo en 'Terminator 2' sufrió varias caídas al recargar la escopeta sobre la Harley, o cómo en 'Commando' llegó a clavarse un cuchillo en la mano al enfundarlo, lo que le llevó directo al hospital. El premiado se ha referido a estos accidentes como los inevitables gajes del oficio que no aparecen en la pantalla cuando todo parece perfecto. También aprovechó para reivindicar su faceta cómica y recordó la peculiar «competencia» con Sylvester Stallone, en la que ambos presumían de quién acumulaba más taquilla, armas más grandes y mayor número de «bajas» en pantalla.

La estrella cinematográfica puesto en quienes marcaron su carrera desde detrás de la cámara. «Lo más importante es tener un gran director: John Milius», ha subrayado. Ha contado que, dos años antes de Conan, se entrenó con espada, hachas y lanzas, y que aprendió a montar a caballo para que la acción fluyera con naturalidad frente a cámara. Ha citado a James Cameron, Ivan Reitman, John McTiernan, Paul Verhoeven y Adam Shankman como piezas esenciales de su filmografía.

El objetivo de su carrera, ha dicho, es entretener a escala global. Ha asegurado que cada guion lo aborda con una pregunta simple: cómo conectar con espectadores de Austria a México, de África a Australia. Se ha definido como «ciudadano del mundo» y ha remarcado que la clave está en combinar espectáculo y emoción.

En la charla, hubo espacio para la política como etapa de servicio. El austriaco ha recordado sus siete títulos de Mister Olympia y su elección en 2003 como gobernador de California. Ha explicado que aquel periodo le empujó a trabajar en temas sociales y ambientales. El actor ha defendido un compromiso transversal: «Es vital dejar el mundo mejor de como lo encontramos: luchar contra la contaminación… Nodebemosver enemigos en quienes piensen distinto ni dejar que la política nos divida. Hay que respetar a todos».

El cierre ha vuelto a Andalucía y al vínculo con su público. «La única razón de que yo esté hoy aquí sois los fans», ha afirmado antes de despedirse con su sello inconfundible: «¡Hasta la vista, baby!». Málaga se ha quedado con la foto, el premio y el mensaje de una estrella mundial que ha elegido la Costa del Sol para recordar que el éxito nace en los comienzos y que, en su caso, esos inicios tienen acento andaluz.