La absurda muerte de Ulrich por una discusión de tráfico en Estepona halla justicia
El asesino del joven cocinero ha sido condenado a 20 años de prisión
La puñalada del conductor le perforó el corazón y lo mató por una hemorragia

La Audiencia de Málaga ha condenado a una pena de 20 años de prisión al asesino de Ulrich. Un joven cocinero que perdió la vida de una forma absurda a finales de 2020. Fue sólo por una discusión, después de que un coche se ... saltara el paso de peatones por el que iba a cruzar al salir de la cocina del centro comercial Diana en la que estaba empleado.
Allí, un británico de 21 años con el que tuvo una riña en el asfalto lo mató. Luego, el presunto agresor se fugó a Inglaterra e intentó sacar del país el coche en el que iba en el momento de la disputa. No pudo evadirse de las autoridades, pero estuvo fugado más de un mes hasta que fue detenido cerca de Leeds. Entró en prisión preventiva y fue puesto en libertad tras dos años en la cárcel. Volvió a Cancelada (Estepona), pero ahora tendrá que cumplir 20 años por aquel asesinato absurdo.
Aquella tarde el británico dio una patada a Ulrich y luego lo apuñaló. Según se declara probado en la sentencia, el acusado conducía un vehículo alquilado, cuando frenó bruscamente al llegar a la altura de un paso de peatones para dejar pasar a la víctima.
En ese momento se intercambiaron unas palabras entre ambos, tras lo cual reanudó la marcha. Según la resolución, transcurrido un minuto y medio aproximadamente, el procesado volvió con el vehículo situándolo tras el paso de peatones frente al lugar en el que se encontraba el joven y cogió una navaja de la guantera.
Entonces, se bajó del coche y, con intención de acabar con su vida, le propinó de forma inopinada e imprevista una patada en el pecho y una puñalada en el torso, emprendiendo la huida a continuación. «El ataque fue sorpresivo e inesperado, por lo que no tuvo posibilidad de preverlo, y en consecuencia de defenderse del mismo», señala la sentencia.
Consecuencia de la acción realizada por el acusado, el hombre presentaba una única herida por arma blanca a nivel del tórax izquierdo, que penetraba en el corazón, ocasionando una hemorragia externa masiva y un shock que provoco su muerte.
Alcohol y drogas
Posteriormente, el acusado sustrajo las dos placas de matrícula de otro vehículo y sustituyó las del coche que conducía por estas «con la finalidad de no ser localizado tras la perpetración del crimen antes relatado». El acusado huyó a Inglaterra donde permaneció hasta que fue detenido.
La Audiencia de Málaga indica que «reconoció los hechos una vez fue arrestado y trasladado a España, solo a presencia judicial, reconocimiento por otro lado inevitable toda vez que se hallaba identificado, huido de la justicia, reclamado por las autoridades a nivel europeo, y habiendo sido detenido en su escondite en Reino Unido».
El Tribunal considera que aunque era consumidor de alcohol y drogas, cuando cometió el crimen «no tenía afectadas sus facultades de entender y querer por dichas circunstancias» y señala que ha depositado, por medio de su madre, en la cuenta del juzgado, la cantidad de 50.000 euros para el pago de la indemnización que pudiera corresponderle a los perjudicados.
Por estos hechos se le condena por un delito de asesinato, con la concurrencia de la atenuante de reparación del daño, por el que se le impone 18 años de prisión; y un delito leve de hurto en concurso medial con otro de falsedad documental, por el que se le imponen otros dos años de cárcel. Asimismo, insta a que indemnice a los familiares con más de 152.000 euros.
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