Videoanálisis Teodoro león Gross
Por qué lo llaman debate si quieren decir combate
El mirador
Más allá de tirarse los tratos a la cabeza, el problema mayor es la resistencia a la realidad. No permiten, como gatos panza arriba, que la verdad estropee sus verborreas escritas con antelación
Tiempo habrá de analizar con más detenimiento el Debate sobre el Estado de la Comunidad, por lo demás con el guion previsible. No hay que ser ingenuos: Cualquier posibilidad de que fuese un debate constructivo era menos que cero. Parafraseando a Groucho con su «por ... qué lo llaman amor si quieren decir sexo», diríamos por qué lo llaman debate si quieren decir combate. En honor a la verdad, es una de las acepciones del diccionario. Pero más allá de tirarse los tratos a la cabeza, el problema mayor es la resistencia a la realidad. No permiten, como gatos panza arriba, que la verdad estropee sus verborreas escritas con antelación. Es el territorio ideal para quienes entienden la política como una batalla de relatos, de narrativas emocionales para polarizar.
La sanidad es el caso más palmario, también la corrupción, pero como tiempo habrá de analizar el debate, déjenme recordar algo bastante delirante de las vísperas con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25N. Es un asunto en el que realmente la mayoría, salvo Vox, defiende básicamente lo mismo. Desde luego, PP y PSOE tendrían muy fácil entenderse. Fíjense lo que decía Juanma Moreno: «Negar la evidencia es un trágico error. No podemos permitirnos errores, no podemos permitirnos negligencias y no podemos fallar ni a las víctimas ni a la ciudadanía…».
Bueno, pues esto es lo que le reprochaba el PSOE: «Negarla, blanquearla, es ideológico. Y es lo que hace la derecha y la extrema derecha…». Identificar al PP con Vox, presentar al Gobierno andaluz como negacionista cómplice o siquiera complaciente, es falso. Pero es lo que interesa en el tacticismo partidista para mantenerse en las barricadas sin el menor entendimiento, sin el menor consenso, quemando todos los puentes. Esto es lo que hay. Y desde luego en este curso electoral no va a cambiar. Al revés, cada semana irá a peor. A cara de perro… pero de perro rabioso. En fin, por qué lo llamarán debate si quieren decir combate.
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