El proceso por las obras del Asperillo pone en jaque el futuro de la Alcaldía de Almonte

El pacto establecido entre los cuatro partidos que actualmente gobiernan la villa, Mesa de Convergencia, PSOE, PP e Independientes, recogía como condición la alternancia en el sillón del regidor municipal, que en primer lugar ha ocupado la dirigente de Mesa de Convergencia Rocío del Mar Castellano, actual alcaldesa de Almonte.

Al cumplirse dos años, un representante del PSOE deberá suceder a Castellano en el cargo. Aunque Macarena Robles, segunda teniente de Alcalde y responsable del área de El Rocío, se perfilaba como la sucesora natural de la antaño alcaldesa socialista Rocío Espinosa, durante el mitin de cierre de campaña de las últimas generales -celebrado en Almonte-, la líder socialista y ex presidenta de la Junta de Andalucía Susana Díaz puso su mano en el hombro de Espina Bejarano, señalándolo como futuro alcalde de la localidad ante la perplejidad de muchos de los presentes.

Sin embargo y según el código ético del PSOE, si la causa prospera y Espina es imputado y juzgado en la Audiencia Provincial, el edil debería dimitir de todos sus cargos públicos, por lo que el delfín que Susana Díaz había determinado para el Gobierno almonteño, dejaría de serlo.

Es más, el propio concejal aseguró que valoraría «con sus asesores jurídicos personales» dejar sus competencias en Matalascañas para que el proceso judicial en marcha se dirima «con total transparencia». Fue el 13 de noviembre del año pasado durante una rueda de prensa que ofreció el propio Espina Bejarano con la alcaldesa de Almonte , en la que se presentaron las conclusiones de la investigación interna abierta por el Consistorio para dilucidar responsabilidades en la actuación realiza en el Médano del Asperillo, y en la que eximía al primero, por haber actuado «de buena fe». Hasta hoy, nada se ha sabido de aquella decisión.