Almonte, el municipio rociero donde se vota dos veces y ronda el fantasma de la abstención

En los comicios locales se presentan seis partidos (PSOE, Mesa de Convergencia, PP, VOX, Ilusiona e Independientes por Almonte) y hay dos candidaturas en liza para presidir la corporación rociera: una encabezada por el actual hermano mayor, Santiago J. Padilla, y otra por el abogado Miguel Ángel Fernández Valladolid. Significa que casi 200 de los 24.000 habitantes de Almonte figuran en una papeleta electoral. «Hay un montón de gente pidiendo el voto», comenta el representante de uno de los partidos que se presenta el 28M.

La doble fiesta de la democracia tiene sus complicaciones. Los partidos encuentran dificultades para confeccionar sus listas y algunos rechazan formar parte de ellas cuando algún familiar directo aparece en la papeleta de una de las candidaturas para pilotar la hermandad. Estos vasos comunicantes también imponen la neutralidad en las formaciones políticas para no significarse apoyando a uno u otro aspirante a presidente de la hermandad.

Luego está el fantasma de la abstención, que se ha convertido en un clásico que nunca falta a las citas electorales. Cada cuatro años, las municipales coinciden con una de las romerías más populosas de España, que reúne en la aldea de El Rocío a más de un millón de visitantes que también son potenciales votantes. La abstención es un enemigo temido por los partidos –cualesquiera que sean las siglas– no sólo en el municipio donde se concentran las 125 filiales de la Hermandad Matriz, sino en más de una treintena de pueblos, muchos de ellos del Aljarafe sevillano con gran devoción por la Blanca Paloma, así como las agrupaciones de Sevilla y Huelva, que también hacen el camino hasta el santuario para presenciar cómo en la madrugada del lunes de Pentecostés los mozos del pueblo saltan la reja y toman en volandas el paso de la Virgen.

En pleno fervor rociero, abandonar la aldea para acudir al colegio electoral no es una opción estimulante para muchos devotos. Por esta razón, los partidos llevan semanas pidiendo a los electores que acudan a las oficinas de Correos para solicitar su voto por correo e incluso instruyen a sus simpatizantes y militantes sobre los pasos que deben dar para que los que sí acudan a su mesa electoral no elijan por ellos.

En Almonte, Correos ha ampliado su horario vespertino para que los vecinos puedan ejercer su derecho al voto. El plazo concluye el jueves 18 de mayo. Este año se ha visto menos afluencia en la estafeta de la empresa postal que en anteriores elecciones, pero también está más extendido el uso del certificado digital, que evita acudir a la oficina.

La coincidencia de la romería con las urnas siempre es motivo de preocupación entre las formaciones, porque la devoción rociera es transversal y no tiene color político. «Yo creo que nos afecta a todos por igual», aseguran fuentes del PP almonteño. Todos luchan para que no se le escape ninguna papeleta por no haberla depositado dentro de la urna. El miedo a la abstención no es exclusivo de los candidatos almonteños.

La hermandad del Rocío de la Macarena, con sede en la parroquia de San Gil en Sevilla, está animando al voto por correo entre sus peregrinos a través de todas las redes sociales. Su hermano mayor, José Romero, defiende esta llamada a las urnas «por encima de ideologías y sin entrar en un partido u otro», para que los rocieros «podamos disfrutar del camino sin tener que preocuparnos por el hecho de tener que regresar a Sevilla a votar, y al mismo tiempo, recordar la importancia de cumplir como ciudadanos en esta nueva cita con las urnas».