Granada contribuye a la repoblación del lince con la suelta de cinco ejemplares en Sierra Arana

Se trataba de la puesta en libertad de cinco ejemplares de lince ibérico. Cuatro machos y una hembra que contribuyen a repoblar una zona donde existieron hasta finales de los años setenta del pasado siglo.

No se sabe a ciencia cierta cuántos linces corretearon allí por entonces, no había censos como los hay ahora, cuando es una especie protegida. Sí se conoce que en diciembre de 2022 comenzó el proyecto para que volvieran a estar allí y que desde entonces, en tres tacadas, se han soltado 14.

Hay constancia de que siete de ellos murieron, pero los demás parecen estar sanos y salvos y, lo que es más importante, pueden empezar a reproducirse. Estos cinco ejemplares que en la tarde del 20 de febrero de 2024 pasaron de la cautividad a la libertad tienen diez meses de vida y normalmente su capacidad para tener crías comienza a los dos años.

«Es un momento de nervios, te das cuenta de que estás asistiendo a algo que es en cierto modo mágico«, confiesa uno de los que acudió a El Sotillo. Es un biólogo que ha participado en otros programas de los llamados Life, pero que aquí sólo ha venido a observar. Y a disfrutar haciéndolo.

El de Sierra Arana también es un programa Life, el que se le da genéricamente a los que tienen como objetivo salvar especies amenazadas. Su nombre completo es Life Lynx Connect, cuenta con financiación europea y está auspiciado por la Junta de Andalucía, que estuvo representada por su delegado provincial de Medio Ambiente, Manuel Francisco García.

No fue la única presencia institucional porque también quisieron acudir desde los municipios de Iznalloz, Morelábor y Píñar, los tres municipios de la comarca de los Montes por cuyos campos, previsiblemente, se moverán estos preciosos mamíferos carnívoros. Todos sus nombres empiezan por la letra u, como el resto de los nacidos en 2023. La hembra es Única y los machos se llaman Uivo, Usin, Ukendo y Urki.

Los animales designados para repoblar la zona proceden de Huelva, Cáceres y el sur de Portugal, puesto que el país vecino también participa en el Life Lynx Connect. Hay una razón por la que se sueltan más hembras: son territoriales y son las que atraen a los machos para el apareamiento.

El paso ya se ha dado. Ahora sólo falta que las enfermedades no se ceben con los animales y que tampoco se produzcan atropellos, porque los vehículos, por desgracia, siguen siendo los peores enemigos de los linces. Pero Granada, al menos, ha puesto su granito de arena para la permanencia de un símbolo que poco a poco va ganando presencia en Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha.

Ahora, según datos del Ministerio de Transición Ecológica, hay más de 1.600 linces distribuidos por todos esos núcleos. Hace sólo dos décadas, en Andalucía estaban al borde de la extinción. «Ahora estamos subiendo un escalón más», destacó tras el acto Manuel Francisco García. Y no será el último en este año, en el que se prevén al menos otras tres sueltas en la provincia.