La operación ha corrido a cargo de la Policía Nacional, que ha especificado que la orden era dar con un hombre de 66 años, de origen chileno y nacionalidad sueca, que vivía en Noruega y sobre el que pesaba una orden de detención y extradición. No tenía antecedentes en España.
Los agentes tuvieron conocimiento, por parte de la sección de Fugitivos de la Brigada Central de Crimen Organizado, del interés por la localización de esta persona, por lo que estableció un dispositivo de búsqueda que resultó efectivo. La detención tuvo lugar a primera hora de la mañana de un día laborable en una localidad del Área Metropolitana de Granada cuyo nombre no ha sido revelado.
Ante las sospechas de que este fugitivo pudiera encontrarse residiendo en las afueras de la capital, los policías comenzaron a investigar y corroboraron no sólo que era cierto, sino que acudía casi todas las mañanas a desayunar a la misma cafetería, lugar donde establecieron un dispositivo para su búsqueda y posterior detención, que dio sus frutos.
Una vez la tuvieron identificada con su célula de identidad chilena, y tras realizar las comprobaciones pertinentes haciendo uso de la información facilitada por Europol, pudieron comprobar su identidad y también que seguía vigente la reclamación europea por delitos de abuso sexual y fraude.
Desde Noruega se le reclama cumplir una pena por estos motivos de ingreso en prisión, después de que en el año 2022 fuera condenado por el Tribunal de Apelación de Borgating por dichos delitos. El detenido ya ha sido trasladado a Madrid y puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número uno de la Audiencia Nacional
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