¿Qué hacer si te estás dando un baño en la playa y te ves arrastrado por una resaca marina?
Este fenómeno se origina desde la orilla de la playa y es importante desconfiar de zonas donde no se vea oleaje y el agua este en calma
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Una resaca marina es un fenómeno que se produce en las playas y que se origina desde la propia orilla. Es una vía rápida por dónde el agua vuelve mar adentro, siendo una de las principales causas de ahogamiento en playas. Por ello, es importante conocer qué es para saber cómo actuar si te ves envuelto en esta situación.
Según ha aclarado Miguel Ángel Rodríguez Benjumea, subteniente del Segundo Batallón de la UME en Sevilla e instructor de Salvamento y Socorrismo, a ABC de Sevilla: «Las resacas nunca nos van a llevar al fondo, sino mar adentro. Empiezan desde la orilla y es fácil de identificar por que el agua va hacia dentro y no hay olas. Es un fenómeno que tiene una gran fuerza, y que puede arrastrar cualquier objeto e incluso personas. Las corrientes de resaca pueden alcanzar dos metros y medio por segundo, más rápido que un nadador olímpico».
De esta manera, hay que ser desconfiados en aquellas zonas de la playa donde el oleaje es menos intenso o casi inexistente, ya que, generalmente, es ahí donde va a estar la corriente de retorno.
¿Qué debemos hacer si nos arrastra?
En el caso de que nos viéramos envueltos en esta situación, es muy importante tener en cuenta las siguientes nociones que Miguel Ángel ha aclarado:
- No hay que perder la calma, no podemos luchar contra el agua. Si lo hacemos ganará ella y hará que perdamos fuerza, energía, oxígeno y será más complicado mantenerse a flote.
- En cuanto la resaca comience a perder fuerza, «se puede nadar en paralelo a la costa, hacia la derecha o hacia la izquierda para salir de ella. Es como un canal, si conseguimos salir, ya podemos nadar», señala Miguel Ángel. Lo que no hay que hacer es nadar en perpendicular hacia la playa porque no servirá de nada, y es lo que nos agotará.
- También puede pasar que la resaca se disuelva de un momento a otro, Miguel Ángel asegura que este fenómeno no es eterno y que habrá un momento en el que se acabe. Con paciencia e intentando mantener calma, puedes esperar, aunque te siga arrastrando. Llegará un momento que notes que está dejando de llevarte mar adentro, «es aquí cuando se puede empezar a nadar, y cuando necesitarás fuerza y energía para nadar hacía la orilla».
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