Política

El último ciclo electoral consolida una ventaja de once puntos entre PP y PSOE en Córdoba

ANÁLISIS

Los populares cimentan un suelo del 40% de voto desde las autonómicas de 2022 a la cita de ayer, mientras que los socialistas aguantan en torno al 30%

Claves para entender qué ha cambiado en Córdoba en sólo siete semanas de citas con las urnas

Adolfo Molina, junto a su número dos Araceli Cabello y el alcalde de Córdoba en la noche electoral del 9J Rafael Carmona

El PP de Córdoba pasó el pasado domingo uno de los últimos rubicones que le quedaba en la contienda electoral provincial. Su victoria en los comicios europeos era la primera desde que se convocaron por primera vez en 1987. Unas elecciones que cerraban, ... además, un ciclo de dos años donde los ciudadanos han tenido que acudir a las urnas en todos los niveles institucionales. Comenzaba el 19 de junio de 2022 con las autonómicas y terminaron ayer con la designación de los representantes a la cámara comunitaria.

En todo este periplo, los populares han logrado consolidar una ventaja de once puntos sobre sus adversarios más directos, el PSOE; y en una provincia como la cordobesa, sumida en triunfos socialistas en el largo historial democrático. La distancia no es baladí y habla a las claras del buen momento que atraviesan los primeros y la resistencia que los segundos ofrecen en sus feudos tradicionales y en una mala coyuntura; especialmente en cuanto a la pérdida de poder local tras las municipales de mayo de 2023.

En la primera cita de hace dos años en la que Juanma Moreno obtuvo mayoría absoluta, la formación que preside en Córdoba Adolfo Molina registró su mejor dato absoluto y relativo hasta ahora en este ciclo. Un total de 172.811 votos, o lo que es lo mismo, el 44,7% de los sufragios emitidos. Dejaron a los socialistas a 21 puntos de distancia (23,5%), que bajaron a los 90.884. Cierto es que el peor dato de todo este periplo para el PSOE que, poco a poco, ha ido mejorando sus guarismos.

Impacto municipales

Casi un año después de este triunfo arrollador de Moreno llegaba una cita clave como las elecciones municipales. La provincia de Córdoba ha sido, salvo en la mayoría absoluta del PP en 2011 con Rajoy, una isla que conformaba el PP en la capital y algunos pueblos del Norte y Sur frente a un mosaico de color rojo en poder de las siglas que hoy comanda Pedro Sánchez. Sin embargo, el pasado 28 de mayo de 2023, asestaba un nuevo revés a sus contrincantes. Bajó al 40,6% de los apoyo y aminoró en unos diez mil votos el respaldo en valores absolutos (162.627). Los cuadros que dirige Rafi Crespín se quedaban en 119.336 votos (casi 30.000 más) y acortaban a 11 puntos. Las claves de unos comicios locales son diferentes. En muchos casos el perfil del candidato se antepone al de sus siglas. Aún así, los populares lograron la Diputación de Córdoba y gobernar en la gran mayoría de poblaciones de más de 10.000 habitantes.

Apenas dos meses después, Sánchez fijó el órdago de las generales. Concitó, pese a las fechas, la mayor participación frente a las anteriores (casi un 73%), y permitió a sus correligionarios acortar un poco más la distancia con los fieles a Feijóo que, no obstante, apenas se distanciaron del umbral del 40% de votantes. En concreto, las papeletas introducidas en las urnas dejaron 169.356 para los populares (el 38% de los sufragios), y unas cifras muy cercanas a las de las autonómicas; y el PSOE lograba el mejor dato de toda la serie, con 143.291 (y un 32%). Apenas 26.000 apoyos separaban a unos y otros, pero lo cierto es que la formación conservadora vencía por tercera vez consecutiva a la de izquierdas.

El recorrido terminó ayer con la contienda que más desinterés concita siempre entre los electores. En concreto, la abstención de este domingo alcanzó el 51% -más de la mitad de los cordobeses llamados a las urnas no apareció por los colegios-. Sobre esa base, el PP mejoró su tendencia y subió al 39,7% de los votos emitidos, con una alforja de 119.888 votos y la primera derrota de los socialistas en casi cuarenta años de europeismo. Siendo el peor dato absoluto en estas contiendas, la baja participación realza el valor del tirunfo que cierra el ciclo electoral de dos años.

Los socialistas quedaron a casi 25.000 votos de diferencia (94.768) y 8,5 puntos de margen, dando pasos atrás respecto al pequeño avance que se había dado desde junio de 2022.

Valoraciones

La foto del presidente del PP provincial triunfante junto con el alcalde de Córdoba, José María Bellido, y el resto de cuadros dirigentes empieza a ser una habitual del calendario electoral. El promedio de apoyos recibidos en las cuatro elecciones se sitúa casi en el 41% (40,7% para ser exactos). En el caso del PSOE, esta media se eleva al 29% (29,2% con precisión). Estamos ante once puntos holgura tras estas cuatro citas.

Adolfo Molina se mostró ayer en una comparecencia satisfecho con los últimos resultados. «Somos el partido de los cordobeses, donde se sienten reflejados, el que resuelve sus problemas, donde se sienten confortados, y esa es la mayor satisfacción que tenemos ya que la razón de nuestra formación es ser útiles a los ciudadanos, y en eso seguiremos».

Por su parte, Rafi Crespín comentó ayer que «el PSOE sigue siendo el representante útil y solvente de la izquierda cordobesa», máxime por los resultados de los partidos situados «más a la izquierda nuestra ante la fragmentación de siglas y propuestas». Ahora bien, el doble escenario rural y urbano marca la autocrítica leve. «El ámbito rural de la provincia sigue prefiriendo avalar nuestras políticas progresistas», pero esgrimió, a la par, que «se hace necesario reflexionar para recuperar el voto progresista en el ámbito urbano y los pueblos y ciudades más pobladas».

En cuanto al resto de formaciones políticas, el ciclo electoral deja dientes de sierra en ellas. Por un lado esta Vox, que arrancó en las autonómicas con un 12,4% de apoyos y tercera fuerza, descendió casi a la mitad de los apoyos en las municipales (6,9%) y levantó el vuelo en las generales (14%) con su mejor dato y las de este domingo, replegando unos escalones hasta el 10%. El promedio ha quedado en el 11%. Respecto a la amalgama de siglas y formatos donde la vieja IU y Podemos han ido enrolándose se han mostrado muy estables en las tres primeras citas (13%-14%) hasta que las europeas le han hecho bajar al 9%. De media, un 12,6% de los votos.

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