Las tres claves del plan para resolver de forma definitiva la crisis del agua en el Norte de Córdoba

Sin embargo, son parches que no pueden permitir que se olvide la necesidad de atajar el problema de forma definitiva con soluciones a medio y largo plazo para evitar otra crisis igual en el futuro. El arreglo final pasa por arbitrar «una solución integral», según explica este medio el jefe de servicio de la zona de Aguas de Córdoba, Gabriel Benítez: «Hay actuar en tres ejes, que son la captación de agua, la mejora del tratamiento y la sustitución de la red secundaria».

Paso a paso. Cómo se puede actuar en la captación de agua. Benítez lo tiene claro. «Necesitamos que Sierra Boyera esté conectado con Puente Nuevo y La Colada«, para formar un triángulo hídrico que sirva para mantener siempre con agua el pantano de Belmez. Especialmente, en situaciones de grave sequía como la que atraviesa ahora mismo la provincia.

Es decir, es necesario que se ejecuten los «trasvases definitivos« y estables desde El Viso y también desde Espiel a la presa belmezana. El objetivo es enterrar de una vez por todas el empalme provisional que ahora hay desde La Colada por uno nuevo y recuperar también completamente renovado la desaparecida infraestructura que sirvió para surtir de agua a las comarcas en la sequía de »1994 y 1995 desde Puente Nuevo a Sierra Boyera«, recuerda Benítez.

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El trasvase definitivo entre el pantano de La Colada y el de Sierra Boyera es el que va mucho más ágil en su tramitación. Depende de la Junta de Andalucía. El proyecto de la obra ya está redactado. Está pendiente «de salir a licitación» de forma inmediata. En este caso, la gran parte de la infraestructura ya está ejecutada, sólo falta su conclusión, la que dio lugar al enlace provisional. Acabar el apenas kilómetro de conexión, la red eléctrica y el bombeo «será una obra de una duración breve», explica con claridad Gabriel Benítez.

Sin embargo, este trasvase se ha demostrado que no es suficiente. Primero, por la mala calidad del agua del embalse de El Viso para el consumo humano. Segundo, porque las dimensiones de éste tampoco son una garantía en épocas secas. Por este motivo, el jefe de servicio de Emproacsa en el Norte de Córdoba que también es «necesario ejecutar la conexión de Puente Nuevo (286 hectómetros cúbicos) y Sierra Boyera«, con el objetivo de que »los tres embalses estén conectados«. Recuerda que ésta fue la solución que se tomó en los noventa ante una situación similar. Se hizo también con una infraestructura provisional, de ahí que lamente que »de esa obra ya no queda nada aprovechable«, que ha sido destruida por la naturaleza de los arroyos en estos 30 años.

Por eso, Benítez reivindica como obligatorio una obra definitiva también de la presa de Espiel a Belmez. En este sentido, apunta datos muy interesantes de tiempo y coste de la misma. Este técnico, uno de los más expertos de la empresa, analiza que este trasvase tiene «unos 30 kilómetros« con »una pendiente más favorable para llegar a Sierra Boyera, de apenas 45 metros de desnivel geográfico (que habría ajustar luego), que desde La Colada«. Con estos requisitos, estima que el coste de la obra podría realizarse por »unos 20 millones de euros«, mientras que el plazo de ejecución no iría más allá »de nueve meses o un año«. En este caso, la inversión la tiene que decidir el Gobierno de España.

La ejecución con obras definitivas y estables entre La Colada y Puente Nuevo con Sierra Boyera para formar el triángulo hídrico para salvar las reservas de agua del Norte son sólo el primer eje de los tres que Gabriel Benítez argumenta como irrenunciables para darle una solución definitiva al problema del agua en el Guadiato y Los Pedroches. El segundo pilar es la «mejora en el tratamiento» del agua.

En este caso, Benítez es mucho más optimista, debido que las plantas (ETAP) de depuración que tiene Emproacsa tienen un alto nivel de calidad demostrado. Se trata principalmente de progresar en las instalaciones y opciones de las depuradoras. Su impulso también es fundamental para mejorar el proceso de que no haya grifos de la provincia sin agua potable.

El claro ejemplo actualmente es el déficit que ha provoca La Colada. En este sentido, el técnico de la empresa recuerda que está más motivado «por mala calidad del agua que se recibe» desde Espiel que por el gran trabajo de depuración que se realiza. Los parámetros del líquido que llegan de la presa viseña «son mucho más altos» que los están habituados a tratar.

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Ahora mismo, la ETAP de Belmez prueba con resultados «alentadores» nuevos tratamiento de potabilización del agua. Son la ultrafiltración y la ósmosis. Para ello, se deberán realizar importantes inversiones, sobre dos millones de euros en su implantación y sostener luego su coste de mantenimiento. Sin embargo, Benítez estima que esta pata es fundamental resolverla como apoyo complementario y necesario a los trasvases. De hecho, mejores tratamientos permitirán tener agua potable de mejor calidad en el norte de la provincia.

Gabriel Benítez, en este ámbito, también hace un apunte muy interesante. «El agua de los camiones cisterna que nutren al Guadiato vienen del embalse de Puente Nuevo«. De hecho, recalca que ese líquido es de »mayor calidad« incluso que la que habitualmente hay en Sierra Boyera, para poner en contexto también, aunque regatea la cuestión, otra vez la inexplicable decisión política de renunciar al trasvase desde Puente Nuevo por la conexión provisional de La Colada, con índices de sustancias que la hacen no potable. Aclara también lo que mismo sucede con Los Pedroches, ya allí los camiones llegan desde «Montoro«.

El tercer pilar y fundamental para arbitrar una solución definitiva a la crisis del agua en el Norte de Córdoba es la «sustitución de las redes« secundarias, para evitar fugas, roturas y averías que producen pérdidas durante «el transporte y la distribuciones» del líquido por las tuberías. Con esta obra se completaría «la intervención integral» que necesitan las infraestructuras hidráulicas de la zona en «captación (trasvases para formar un triángulo en los pantanos), tratamiento (mejora de las depuradores y medios de depuración) y sustitución de redes (tuberías)» que acabarían con el problema de la falta de agua en el Guadiato y Los Pedroches.

Gabriel Benítez aquí es tajante por sus conocimientos técnicos. El jefe de servicio explica que «la red principal« o general que va desde »Sierra Boyera hasta Pozoblanco se renovó de forma integral«, pero recuerda que »los ramales« secundarios que van desde la canalización principal »a todos los depósitos municipales« tienen »40 años de vida«, por lo que es »imprescindible su sustitución« por nuevas tuberías que eviten averías, fugas y roturas. Es decir, la renovación de las canalizaciones desde la toma general (ya renovada) hasta los depósitos es irrenunciable para que los futuros e hipotéticos trasvases desde La Colada y Puente Nuevo sean efectivos.

A su juicio, «se nos pide y repite mucho el tema de la calidad del agua», debido a que ahora mismo no es potable en 24 municipios, pero para Benítez, voz autorizada de Emproacsa, el problema «es que no hay agua», que sólo puede llegar «si llueve, que es lo más deseamos» o «con la ejecución» de estos dos trasvases. Además, insiste en que «el problema de la calidad del agua» se soluciona «con medios convencionales si se trae desde Puente Nuevo», mientras que el transporte de la red secundaria también es irrechazable «para que el agua que se transporta desde los embalses hasta los depósitos» tenga los umbrales de pérdidas habituales en cualquier red moderna y no en la obsoleta casi preconstitucional que hay en el Norte de Córdoba.