EL ESTILISTA
La tesis de Teresa y el futuro de Susana
Sánchez da por amortizada a la otrora lideresa del PSOE-A
A veces los enemigos te descubren lo que no son capaces de esclarecer los amigos. Ha sido Teresa Rodríguez la que ha dicho que los acuerdos con el PP alcanzados por Ciudadanos y Vox, cada uno por su lado, «son muy similares». Y ... no le falta razón. Ella lo dice solo para indisponer a Ciudadanos, porque sabe de sus melindres con estos paralelismos, y no piensa en que, a lo peor para los suyos, su juicio, estrictamente ecuánime, puede contribuir también a legitimar a Vox, puesto que banaliza el contenido del abrupto discurso que habitualmente le dedica. ¿Si Ciudadanos y Vox son similares, de qué extrema derecha estamos hablando? Que esto se plantee desde la extrema izquierda, explicaría al cabo muchas cosas como la extraña procedencia de algunos votos del nuevo partido. Pero lo cierto es que no existe politólogo sensato que advierta contradicción entre las 89 medidas pactadas con Ciudadanos para formar gobierno y los 37 puntos convenidos con Vox. Porque además van a votar juntos pero no van a gobernar revueltos. Lo que parece natural y hasta conveniente a cinco meses vista de unas nuevas elecciones. Los programas máximos son una cosa y los mínimos otra, los primeros nunca se aplican y los segundos siempre se adaptan. Este es el principio de la estabilidad democrática. Somos lo que parecemos porque parecemos lo que somos. Luego viene la mascarada, el carnaval político, la crítica acerba y la hipocresía de circunstancias, la propaganda cínica y el cordón sanitario, ese ámbito en el que muchos disparatan a placer y mienten como bellacos, aquel donde anidan las alertas antifascistas y las folladas feministas de Pablo Iglesias , un líder que ha llegado a repeler incluso a Teresa Rodríguez .
No es cosa que vaya a reconocer la parlamentaria podemita, pero ya nada podrá cambiar la interesante perspectiva expresada, es decir, su convencimiento de que Vox pide lo mismo que Ciudadanos, o sea, de que sus exigencias políticas son en realidad extremadamente moderadas. ¿Y si esto es lo que piensa la extrema izquierda , qué esperar de las consideraciones de la izquierda a secas? Las viene haciendo Susana, una vez repuesta en su amor propio, con la identificación correcta de sus verdaderos enemigos, que no son otros que los amigos de Pedro Sánchez. El presidente pretende amortizarla y acabar con la relativa autonomía del PSOE andaluz, que es el que más le incomoda en su trato de favor a los independentistas catalanes. El PSOE andaluz ha tiempo que pudo llenar de banderas blanquiverdes Andalucía y convertirla en otra periferia tóxica, pero prefirió permitir que se llenase de rojigualdas. Es una virtud que compensa otras mezquindades. Por eso Susana ha sacado fuerzas de flaqueza, ha hecho un ejercicio de autoafirmación y se ha empoderado frente al chuleta de avión. Yo soy la jefa de la oposición y seré la candidata a recuperar Andalucía para la socialdemocracia. El PSOE sigue siendo ahora imprescindible aquí, como en toda España. Y sigue siendo igualmente imprescindible que este PSOE se parezca más a Susana Díaz que a Carmen Calvo .
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