La tormenta perfecta

Las dos principales cooperativas agroalimentarias han tenido efectos en sus estructuras o escenas que ni se imaginarían hace apenas unos meses. El principal emporio ganadero de la provincia de Córdoba y uno de los principales abastecedores de leche de vaca de los mercados, Covap , ha tenido que ser escoltado por la Guardia Civil para seguir recibiendo transportes de pienso con el objetivo de que no se interrumpa el suministro de la alimentación animal. Lo necesario para que el ganado siga vivo.

El principal centro de abastecimiento de alimentación a las tiendas minoristas de la ciudad, Mercacórdoba , lleva varios días custodiado por patrullas del Cuerpo Nacional de Policía. Llega poco y caro. Y hay un consumidor tremendamente sensible que se da a las compras compulsivas ante cualquier atisbo de que asome la palabra desabastecimiento. En España, hay generaciones que no han conocido nada similar. Otras, sin embargo, tienen muy presente las épocas donde querer comer y poder comer eran cosas diferentes. El miedo puede ser infundado. Pero es miedo.

España tiene una situación de estabilidad política seriamente comprometida. No hay certezas. El Consejo de Ministros es lo contrario a la unidad de acción en asuntos nucleares. Los mensajes diarios son absolutamente contradictorios en materias clave: política de defensa, alianzas internacionales, asuntos exteriores, asuntos de naturaleza fiscal. Si a los que vivimos de cerca la Izquierda Unida de Julio Anguita, nos dicen hace años que el primer Gobierno con miembros de ese partido en la historia democrática lanzaría el primer mensaje de legitimación de la presencia marroquí en el Sáhara occidental nos hubiese dado una alferecía. El principal partido de la oposición está en reconstrucción, perdido. Los estabilizadores del sistema han saltado por los aires .

El mundo se ha convertido en un lugar peculiar. El disparo de un cañón en el mar Negro paraliza una fábrica en Alcolea. La tormenta sahariana puede dejar algo peor que las calles de la ciudad llenas de polvo: una crisis energética con Argelia que es un suministrador estratégico. La transición energética, ayer una aspiración ambiental de gente preocupada por la salud del planeta, es hoy una obligación apremiante para desconectarse de socios indeseados que está generando unas tensiones en aspectos como el aprovechamiento agrario, el precio de la tierra o el control sobre el agua en el caso concreto de las centrales termosolares. Es lo que está ocurriendo en comarcas de la provincia de Córdoba.

En estos días, vivimos la tormenta perfecta. El anarquista serbio acaba de cepillarse al archiduque Francisco Fernando otra vez. De nuevo, una crisis petrolífera. Se repite el avispero del Este de Europa. Los que más gritan, lo de la bravuconada diaria, empiezan a copar la escena frente a los moderados y los sensatos. Mal vamos. Otra vez.