Orden de predicadores

Los gurús de las campañas electorales afinan todo lo que pueden la estrategia y husmean en el nomenclátor a ver qué esquina, qué calle o qué parque le da a cada acto la carga semántica precisa. Lo que es muy grande, pero muy grande, es que la cabeza de lista de los socialistas por Córdoba , la exalcaldesa Isabel Ambrosio , se haya ido este fin de semana a pedir el voto a una avenida de la barriada de Villarrubia que lleva el nombre, nada más y nada menos, que de Cañada Real Soriana . Ahí, con dos bemoles.

Por el momento se desconoce, creo, en qué sitio de la ciudad va a citar Juan Espadas a la mayoría de los presidentes autonómicos del PSOE el próximo domingo , pero igual se decide por la antigua estación del ferrocarril, quién sabe, por aquello de que en una parte del edificio está la sede de la Asociación de la Prensa , a la que él, hombre moderado y sensato, respeta y ningunea según su conveniencia.

El PP, mientras tanto, anda mosqueado con la euforia creciente: «Lo importante es que la gente no se olvide de que el día 19 hay que ir a meter la papeleta», comentaba en un aparte alguien del núcleo duro del partido en el acto inaugural de la campaña, el viernes pasado, en el exterior del C3A . Quién nos lo iba a decir hace tres o cuatro años: la plana mayor de la lista que aspira a la renovar el Gobierno sacando pecho en el Centro de Creación Contemporánea inaugurado bajo el auspicio de Rosa Aguilar .

‘Futuros abundantes’ era lo que se leía en el cartel que estaba a la espalda de Adolfo Molina, Antonio Repullo, Beatriz Jurado y J osé María Bellido , y lo mismo que dice la encuesta del CIS que hemos conocido hace solo unos días. Pero, cuidado, que hasta el rabo todo es toro.