La Policía Local de Córdoba tuvo que asistir a los funcionarios que custodian el Alcázar el domingo por una descoordinación del servicio. En pocas palabras, había un millar largo de visitantes en el monumento cuando éste cerraba sus puertas y los empleados municipales ... se vieron desbordados.
El problema radica en una cuestión bastante sencilla. El Alcázar cierra los domingos a los dos de la tarde pero a las dos menos cuarto se seguían vendiendo entradas. Pasada la hora del teórico cierre los agentes municipales tuvieron que hacer acto de presencia en el monumento porque los funcionarios encargados no podían desalojar las instalaciones de personas que estaban con la entrada recién adquirida y que reclamaban su derecho a ver las instalaciones.
Se han presentado numerosas hojas de reclamaciones contra la gestión del monumento como consecuencia de lo que se reconoce que es un fallo en la gestión del Alcázar . El teniente de alcalde de Seguridad, Emilio Aumente, ya ha advertido que es la última vez que se produce un servicio de la Policía de estas características ya que es al departamento correspondiente a quien le toca organizarse para que estas cuestiones no pasen. «La Policía Local no está para esto», ha explicado el edil.
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