Gestión y moderación

Hace muchos años, tantos como 23, a raíz de las holgada victoria del centro derecha en las elecciones municipales de 1999, escribí un artículo titulado ‘Ganó gestión frente a ideologías’.

Y esa es la clave de la buena política. Frente a discursos de miedo , de crispación, de descalificación, de apelaciones constantes a períodos de nuestro pasado que pertenecen a la historia, el ciudadano reclama moderación, diálogo entre las fuerzas políticas y soluciones a los problemas reales de la sociedad. Políticos puestos al servicio de la ciudadanía, al fin y al cabo.

Juanma Moreno, el político de moda en España , ha acertado con esos criterios en su etapa de oposición y en su etapa de gobierno. Cuando lo tenía todo aparentemente en contra y cuando le vinieron vientos favorables. El ‘hombre tranquilo’ que ha apelado continuamente en esta campaña electoral a «la mayoría que no chilla», parece la mejor garantía para que el futuro e inminente Gobierno andaluz siga recorriendo estos caminos. Incluso contra los particulares ‘fantasmas’ del PP , al que no le han solido sentar bien las mayorías absolutas.

El éxito de Juanma Moreno es el éxito de los que en España creemos en la política como forma de mejorar la sociedad, con cercanía y buen servicio al ciudadano, con templanza, cordura, sentido común, respeto al adversario. Sin sectarismos , gobernando para toda la sociedad, en pos del bien común.

Por eso este premio a la buena gestión y a la moderación resulta tan importante como aviso a quienes, en este país, creen que en la política vale todo, gritar fuerte y elegir cualquier compañero de viaje para mantenerse en el poder.