Hay que actuar

Poco positivo hay en su gestión. Se ha perdido mucho tiempo en fuegos de artificio sin entrar con decisión en los problemas reales de Córdoba y de quienes vivimos en ella. Ahora, cuando faltan cinco meses para terminar su mandato, confiesa que la prioridad de su gobierno ha sido « reconstruir el Ayuntamiento , atender a las personas y ahuyentar la amenaza de privatizaciones». La imagino al frente de una cuadrilla de albañiles parcheando los interiores de las dependencias municipales; espantando a los fantasmas privatizadores que vagan por los pasillos del consistorio; o viajando con su equipo a Perú, Japón, Argentina, Londres, o México, deleitando a las personas de su equipo que la acompañaban. Mientras ella ejecutaba sus preferencias, en Córdoba bajaba el turismo; se mantenía el desempleo ; las calles permanecían sucias y abandonadas; los colegios sin aire acondicionado; las infraestructuras que Córdoba reclama desde hace años sin terminar; y perdiendo muchas oportunidades. Sin olvidar que mientras ella reconstruía, ahuyentaba, viajaba, creaba comisiones o encargaba inútiles informes, iniciar una obra o proyecto en la Córdoba del paro es misión cuasi imposible. Esa es una realidad que no se puede ocultar con un « Plan Impulso » a cinco meses del final de la legislatura. ¿Es que alguien piensa que quienes votamos en Córdoba somos tontos o desmemoriados?

Las últimas elecciones andaluzas también han demostrado que no hay votos inútiles o perdidos. ¡Todos valen! Por ello, si de verdad queremos a Córdoba hay que ser consecuentes. Para demostrarlo hay que actuar formando adecuadamente nuestra opinión y aprovechar la ocasión que nos brinda la democracia para votar con ilusión, sin miedos y en libertad. ¡¡ Córdoba lo merece !!