«En un futuro, la Brigada Guzmán el Bueno será hermana honorífica de la Quinta Angustia de Córdoba»

La relación de la prohermandad con los militares parte de hace varios años, aunque se estrechó aún más cuando el teniente general, Ricardo Álvarez-Espejo, donó su faja de oficial general a la imagen de la Quinta Angustia . «Es la primera vez que un general en vida ha donado su fajín a una virgen, ya que en otras ocasiones lo ha hecho sus viudas», explica.

Desde entonces, cada vez que la Brigada realiza un desplazamiento, la prohermandad organiza una misa de despedida. En la eucaristía, en un acto simbólico, el general coloca su boina a los pies de la Virgen , que la recoge a su vuelta, en una misa de acción de gracias. «La celebramos cuando volvieron de Bosnia, y la celebraremos también el próximo septiembre por su llegada de Letonia », expresa Higuera. «Es un acto simbólico que significa mucho para ellos como para nosotros », reconoce el hermano mayor.

Al margen de las eucaristías, la prohermandad cuenta también con una comisión para acompañar a las familias durante el despliegue de la Brigada. De esta manera, la corporación colabora con el grupo de trabajo que disponen los militares y organizan actividades conjuntas para que las familias «se sientan arropadas» . Así, explica Higuera, han acompañado a la familia en unas siete actividades, como visitas a la Mezquita , al Jardín Botánico , a los patios o a la Ciudad de los niños . «Los militares lo agradecen mucho y nosotros estamos encantados», reconoce el hermano mayor.

Igualmente, la vinculación entre la corporación y la Brigada persiste «durante todo el año» . El hermano mayor explica que tanto en sus cultos como en Cuaresma la prohermandad invita a los militares, que siempre acuden. Por su parte, la propia Brigada ha organizado desayunos para la cofradía y cuenta con su presencia en los actos que habitualmente organiza.