Corpus Córdoba 2023 | El alegre renacer de la procesión en torno al Santísimo

En el subconsciente estaba el mal rato amargo del año pasado, cuando la pandemia permitió dejar atrás el formato claustral por el Patio de los Naranjos, pero sobrevino un fallo técnico completamente inesperado y todo tuvo que desarrollarse con el Señor portado en un viril.

Por eso este domingo las ganas eran tantas para recobrar el esplendor y la plenitud de otros días de Corpus guardados en el corazón. Sí, esta vez, atravesó el Patio de los Naranjos, y cruzó la Puerta del Perdón, y se adentró por las calles de la Judería y del Centro que también lo honraron medio siglo atrás. Todo volvió a su ser.

Las hermandades de penitencia y gloria, los movimientos católicos de la diócesis, los seminaristas, los sacerdotes, el Cabildo y el alcalde dieron esplendor este domingo por la tarde a este inmenso cortejo en una jornada de altas temperaturas.

Las campanas de la Catedral, los aplausos y las campanitas que contiene la Custodia de Arfe pusieron el sonido alegre y eternamente joven a este día.

Lo más llamativo con respecto a las últimas décadas que al espectador le asaltaba era la presencia del misterio de la Sagrada Cena. Así se ha dispuesto para subrayar el momento crucial de la Eucaristía.

Sobre el paso del Corpus de la Cena, de menores dimensiones del que la hermandad utiliza los Jueves Santos, se presentaba Jesús en el momento en que instaura el sacramento junto a sus apóstoles en torno a una mesa.

El blanco de la túnica del Señor, el ornamento floral del paso y los faldones realizados por Jesús Rosado coexistían con el dorado del cáliz, las nuevas cartelas realizadas por Miguel Ortiz y Manuel Jurado, y los candelabros cedidos de María Auxiliadora. Los costaleros lo llevaban con mimo a los sones de la banda Tubamirum. La marcha 'Virgen de las Angustias' se escuchó mientras la Cena traspasaba el umbral de la Puerta del Perdón.

La plasticidad de la procesión del Corpus Christi en Córdoba llegaba al culmen de la mano de la imponente Custodia de Arfe que se estrenó en el año 1518, (que se comenzó a crear en 1514), en plata en su color y sobredorada, fundida y cincelada por el platero de origen alemán Enrique de Arfe.

Sus armónicas dimensiones de más de dos metros y medio de altura por menos de un metro de ancho representan el mejor espacio para Jesús Sacramentado y conmovieron al numeroso público congregado en el Patio de los Naranjos, embargado por la emoción.

Sublime el adorno floral, con rosas blancas y rosas color champán. Los ángeles de la peana portaban las eternas magnolias, así como uvas y espigas de trigo, en alusión a la celebración.

La calle Claudio Marcelo y la plaza de las Tendillas y la hermosa cuesta de Blanco Belmonte volvieron a vibrar, después, con la presencia de Jesús Sacramentado.

Por primera vez en sus dos décadas de historia la banda de la Esperanza (que sí había participado anteriores ocasiones en el cortejo) ofreció un repertorio eucarístico, solemne y propio de Córdoba.

Al Rey de la Gloria le interpretaron selectas marchas 'El Corpus', de Braulio Uralde, la primera obra nada más dejar las naves de la Catedral y '¡Gloria in Excelsis!', de Mariano San Miguel.

El Señor de la Fe en su Sagrada Cena estaba en la Catedral desde la una de la tarde. Su traslado, por la mañana, fue la antesala de lo que estaba por paladear. Abrió el domingo de Corpus y también lo cierra con el regreso a su templo mecido con las marchas de la agrupación musical Sagrada Cena. Rumbo a Poniente.

Otra nota en la que se ha puesto grandes dosis de esmero a este hermoso lienzo del Corpus han sido los altares. La tradición sigue viva y renovada. Una decena de hermandades han instalado montajes de gran belleza al paso de Su Divina Majestad.

En la calle Cardenal Herrero, ante el altar de la Virgen de los Faroles, está el de la hermandad de la Pasión. Ante el de Ánimas, en el muro oriental, sonaron las voces del coro de la hermandad. También en esta zona, el de la cofradía del Amor.

En el convento de Santa Ana impacta el imponente altar dispuesto por la archicofradía del Carmen de San Cayetano, dedicado a Santa Teresita de Lisieux, (con una imagen de las Madres Carmelitas Descalzas).

Se suma al Año Jubilar del 150 aniversario del nacimiento de esta religiosa. Banderas a ambos lados y un delicado Niño Jesús Pasionista del convento de San José (San Cayetano) honran al Señor.

La Sentencia, ante el Conservatorio de Danza está presidido por Nuestra Señora de la Alegría, incorpora dos óleos pintados por Rafael Castejón de los santos patronos Acisclo y Victoria.

Cada pequeño detalle se hacía oración para alabar al Santísimo Sacramento, en el día del amor fraterno. El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, subrayó durante su homilía en la misa previa la necesidad de la justicia social que el día de Cáritas recuerda hacer extensivo a todo el año.

Y la obligación de defender esta justicia en «la dignidad de toda vida desde su concepción hasta su muerte natural. «En nuestra ciudad hay gente que no tiene para comer, ni tiene casa. Debe ser una urgencia de todos los cristianos».

También aludió a las novedades: «Reestrenamos un itinerario nuevo más largo», que llegará a más lugares, dijo, y agradeció «a la cofradía de la Cena que embellezca y enriquezca» lo que se celebra.

También la provincia de Córdoba ha vivido con recogimiento y grandiosidad la solemnidad del Corpus. Cabra acompañó al Señor durante la solemne procesión del domingo.

En Priego de Córdoba el mal tiempo forzó el jueves la suspensión de la procesión.

Se celebró la santa misa concelebrada por los ocho sacerdotes de la ciudad. También intervino el grupo de Seises de la hermandad de la Soledad, que danzaron ante el Santísimo Sacramento.

Al término de la misa, el Santísimo fue procesionado por el interior de la parroquia de la Asunción, informa Manuel Osuna, repleto de asistentes.