Hurtado (PSOE): «Quien haga una valoración negativa de lo sucedido, soy yo el responsable»

Los socialistas han logrado el 21,8% de los votos válidos, con lo que quedan segundos en estos comicios. Son 5,1 puntos menos que en 2019. En papeletas, ha sacado 32.891 frente a las 39.509 de hace cuatro años -son 6.618 menos-. Y, además, están a años luz del PP, que ha ganado sus quintas municipales consecutivas en la ciudad de Córdoba. Los populares han obtenido el 46,3% de las papeletas y suman 15 concejales, la cifra mágica que les da la mayoría absoluta.

El candidato del PSOE, en una intevención con escasa autocrítica, ha arrancado asegurando que «A golpe de mar, pecho sereno». Literatura para mitigar un batacazo por el que ha pasado bastante de puntillas: «Estamos muy orgullosos del trabajo hecho. Hemos dado todo lo que podíamos dar. Más es imposible. Lo hemos hecho con el máximo esfuerzo y entrega», ha afirmado y luego en su único tinte autocrítico ha afirmado que «se haga la valoración que se haga, me siento responsable» del resultado. «Quien haga una valoración negativa de lo sucedido, soy yo el responsable», ha insistido en su corta intervención, en la que ha fecilitado al alcalde reelecto, el popular José María Bellido.

La secretaria provincial del PSOE, Rafaela Crespín, sí ha realizado, al menos, un pequeño análisis de los malos resultados de los socialistas en la provincia. «Lo estábamos viendo: que no éramos capaces de tener un debate municipal en las localidades». «Ha sido inevitable que el debate nacional se venga al territorio y la polarizaciòn que hay hoy en la política nos lleve más a un debate nacional que municipal», ha asegurado la líder de los socialistas en Córdoba.

Crespín ha aludido también a la pérdida de la Diputación: «Mantenemos nuestros 11 diputados respecto a 2019, pero IU ha perdido representantes. En este partido, hemos pasado por todo tipo de momentos; también por derrotas. Así también los asumimos. Y en las derrotas, es cuando más hay que estar a las duras», ha dicho despertando uno de los escasos aplausos de la noche en la sede de la avenida del Aeropuerto.

La experimentada figura de Hurtado (con una dilatada carrera en la que ha sido delegado de Hacienda de la Junta, portavoz municipal socialista en el Consistorio cordobés o congresista, cargo que dejará ahora para tomar posesión como concejal y portavoz del grupo municipal socialista) no ha logrado sostener los resultados de 2019, cuando el PSOE logró casi el 27% de las papeletas. Ése fue su tercer mejor resultado histórico en unas municipales, aunque no le sirvió para retener la Alcaldía, a la que llegaron en 2015 las siglas del puño y la rosa sin ganar los comicios, pero gracias a un pacto con IU y Ganemos.

El candidato socialista lanzó una campaña basada en el «proyecto esperanza» con el que pretendía transformar la ciudad en ocho años. Ni rascó a Bellido y no logró mantener el apoyo que tuvo su partido hace cuatro años, perjudicado por el carácter de primera vuelta de las generales que han tomado las municipales -castigo a los candidatos socialistas como prolongación de Pedro Sánchez- y por su empecinamiento en tropezarse con uno de los grandes fracasos de la izquierda en la ciudad. Planteó una y otra vez recuperar el fallido proyecto para acometer un gran centro de congresos en Miraflores, cuando la ciudad ya tiene ahora dos y PSOE e IU acabaron destinando diez millones a un equipamiento allí (el conocido como Palacio del Sur) y no se pudo ni poner la primera piedra.