Tradiciones
Las Cruces de Córdoba con más afluencia apuntan al botellón como amenaza por encima de aforos
La Paz (Bailío) y el Resucitado (Santa Marina) consideran que no hay peligro de seguridad y que el modelo «funciona bien desde hace 50 años»
El PSOE pide a Bellido que «toem las riendas» de una fiesta en «descomposición»
El alcalde de Córdoba anuncia una «reflexión» sobre aforos, botellón y medidas que eviten problemas en las Cruces
Córdoba
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónNi aforos ni aglomeraciones. La principal sombra que quita luz al esplendor de las cruces son los botellones. Las organizadoras de las que se encuentran en las zonas con mayor afluencia de público lo ven así, y además explican que no han registrado ... problemas alarmantes referidos a la seguridad estos días.
Julio Mifsut, hermano mayor de la cofradía de la Paz, que instala su cruz en el Bailío, subraya que «no hemos tenido ningún altercado, absolutamente ningún problema. La Policía Municipal tiene vigilados los accesos muy asiduamente».
Constata que hay botellón, algo que se puede controlar, y el modo de actuar ante esto, además de situar carteles que recuerdan que está prohibido, es avisar a la pareja de policías para que esas personas se retiren de allí.
Con respecto a que se pudieran poner aforos en los espacios más populares de mayores bullas, explica que «si el Ayuntamiento decide que tiene que limitar el aforo del acceso a la plaza, cumpliremos con la ordenanza municipal y con lo que nos corresponda».
También apunta que hay que seguir pendientes de controlar la hora de cierre y que quien vaya esté en buenas condiciones, no en estado de embriaguez porque «las Cruces son algo fundamental para Córdoba».
En su barra están sirviendo alcohol hasta las doce. De hecho están cerrando algo antes de tiempo «aun teniendo la cruz totalmente abarrotada» en previsión de que se descontrolase alguna noche.
Sentido común
«Llevamos muchos años y con sentido común si hay algún problema intentamos atajarlo nosotros, y si no, la Policía, que está a menos de 20 metros», apunta Mifsut.
Sobre la opción de que se habilite una zona abierta de botellón en Cruces, (como pasa en Feria) considera que al haber tantas y muy dispersas por muchos puntos es más difícil: «Lo que tenemos que hacer es asistir las Cruces y participar de las Cruces; estar en ellas de manera responsable, concienciarse y, si hay que denunciar a alguien, se denuncia», aseguró Mifsut.
Por su parte, el hermano mayor del Resucitado, que sitúa su cruz en la plaza del Conde de Priego (frente a la parroquia de Santa Marina), no ve que el aforo sea el principal problema porque sólo se da en horas punta, sino un intruso que no forma parte de la fiesta: el botellón.
En su caso concreto este fenómeno se da fuera de la plaza: en las calles Mayor de Santa Marina y Tafures: «Se debería evitar lo que es evitable: que la gente comprara en establecimientos la bebida y se pusieran alrededor de estas cruces» de Santa Marina, que «es el punto de mira» junto a las cruces de otras hermandades que son cruces señeras.
Aboga por «buscar soluciones a las nuevas modas que están ocurriendo dentro de las fiestas populares». Recuerda que en la feria sí se habilita y no por ello cambia el modelo de feria. Porque el modelo de cruces «sigue siendo un éxito», a su juicio.
En las proximidades de la cruz del Resucitado y la barra suenan sevillanas «la gente está disfrutando y bailando». Tienen carteles para recordar la prohibición de hacer botellón y cuentan con su guardia de seguridad.
Frente a eso, junto a la iglesia sí ha observado otro ambiente distinto con chavales que quieren divertirse de esa otra forma. Por ello Mora sí vería bien que se habilitara una zona en un solar para botellón.
Estética tradicional
Sobre cómo implantar los aforos, se pregunta si habría que no dejar pasar a la gente que quiere entrar y a cómo se podría mover la gente por la zona libremente: «Lo veo una barbaridad porque la gente en las Cruces se tiene que mover para ir de una a otra. No sé si eso es más seguro», reflexiona.
Recuerda que la cruz se instala allí desde hace más de 50 años y «jamás ha ocurrido nada. Los técnicos del Ayuntamiento no ven peligro en esa cantidad de gente». Añade que tradicionalmente «siempre ha estado de bote en bote y a reventar», no es algo nuevo, «siempre hemos tratado con muchísima gente que se quiere divertir». Considera que «señalar la cruz del Resucitado como una de las que más alertas puede haber es penoso» porque en su opinión es un problema generalizado.
La cruz de la plaza del Conde de Priego es, según la cofradía, de las que más cuidan el aspecto tradicional: «Muy llena de flores, adornamos toda la plaza y las barras están súper adornadas con flores, ponemos música. No vendemos chupitos, nos basamos en la venta de comida».
La del Resucitado ha obtenido el tercer premio en la categoría del Casco Histórico del certamen, en este año en que la fiesta alcanza su centenario. Y la de la Paz ha logrado un premio adicional también en ese mismo apartado.
Santa Marina, masificada durante las Cruces: los vecinos denuncian inseguridad
ABC CórdobaLa plaza del Conde de Priego es uno de los enclaves que más personas congrega durante la celebración de la fiesta
El alcalde de Córdoba, José María Bellido, se refirió este lunes a los problemas de convivencia y de las molestias de las Cruces de Mayo durante los primeros días de la fiesta y avanzó que tomará medidas y «reflexionar» para hacer ajustes que los eviten.
Las reacciones políticas tampoco se han hecho esperar. La concejala socialista en el Ayuntamiento de Córdoba Carmen González ha culpado este martes, por su parte, al gobierno de Belllido de la «descomposición de la Fiesta de las Cruces de Mayo» precisamente en el año del centenario del concurso local.
Críticas del PSOE
Una celebración que, a su juicio, «está desatendida y en la que el propio alcalde ha improvisado una salida rápida para enmendarle la plana a su concejal, ya que ayer el Ayuntamiento nos dijo a la vez que no había que hacer nada, y a continuación en boca del alcalde, que sí, que vamos a hacer una comisión», en alusión al delegado de Fiestas y Tradiciones, Julián Urbano.
González ha puesto el foco en la regulación y organización de estas fiestas y, también, en la «desinformación sobre la misma, donde primero afirmó que se habían puesto tres veces más multas en esta edición, y poco después el alcalde elevó la cifra a 7 veces más».
En este sentido, la concejala socialista ha afirmado que «las multas hay que ponerlas, pero lo que hay que hacer es realizar acciones preventivas, y eso no se está haciendo». Por ello, ha conminado al alcalde a «tomar las riendas de la organización de estas fiestas y hacer valer las normas que controlan horarios, música y regulan la convivencia de la fiesta con los vecinos».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete