Alternativas

El castillo de Edimburgo, un ejemplo para Icomos que no vale para Córdoba

El organismo de la Unesco propone como alternativas las «huchas solares», emplear suelo público para instalar placas y hacer informes de impacto patrimonial

Todas las ciudades Patrimonio restringen las placas solares en las zonas protegidas

Vista del War Memorial del Castillo de Edimburgo con las placas instaladas en abril de este año Historic Environment Scotland

Rafa Verdú

Córdoba

El Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos, por sus siglas en inglés) es una asociación civil ligada a la ONU a través de la Unesco que se encarga de velar por la protección del patrimonio. Como institución externa, no tiene capacidad para ... decidir las políticas urbanísticas de las ciudades Patrimonio de la Humanidad. Ahora bien, nadie quiere fallar en una revisión del organismo y arriesgarse a perder un título que ha costado años conseguir y que otorga enormes beneficios, sobre todo para el turismo. Por ello, los ayuntamientos del selecto grupo de ciudades Patrimonio atienden a sus recomendaciones.

En el caso de las placas solares, la filosofía de Icomos es ambigua. En noviembre editó una guía de buenas prácticas sobre instalaciones de energías renovables que deja mucha libertad a las ciudades. El organismo reconoce que «no parece razonable negar al propietario de un edificio o vivienda con protección patrimonial el acceso a las energías renovables, lo que podría generar un efecto rechazo hacia la habitación en dichos inmuebles por el mayor coste de acceso a la energía». Placas solares sí, pero respetando el patrimonio. El problema es cómo conjugar ambos factores.

Icomos sugiere a los ayuntamientos que encarguen evaluaciones de impacto patrimonial (EIP), una figura prácticamente inexistente en España que requiere la participación de técnicos especializados. Es, en esencia, añadir más burocracia a un proceso ya de por sí complejo. Este modelo está funcionando adecuadamente en el norte de Europa, según el organismo, con ejemplos como el castillo de Edimburgo (Escocia), donde se han camuflado las instalaciones.

La fortaleza escocesa no es un buen ejemplo a seguir en Córdoba. Se encuentra enclavada en un promontorio, en el punto más alto de Edimburgo, cuya ciudad vieja también es Patrimonio de la Humanidad. Los paneles solares se ubicaron el pasado mes de abril en una terraza plana con pretil en el War Memorial, de modo que no se ven desde ningún punto de la ciudad. En la capital califal, ningún edificio del Centro histórico protegido cumple esas condiciones, ya que siempre se verían las placas desde la Sierra o, más cerca aún, desde la torre de la Mezquita-Catedral.

Más propuestas

Hay otras alternativas que plantea Icomos, que pueden ser más complicadas de implantar en una ciudad con un casco urbano tan grande como el de Córdoba. Una de ellas son las llamadas «comunidades energéticas», que emplean suelo de titularidad pública en zonas adyacentes a las protegidas o en cubiertas de edificios públicos para abastecer de energía limpia a la población del interior. No hay suficiente espacio para aplicar este sistema a todos los vecinos del Centro Histórico de Córdoba.

También recomienda Icomos fijarse en las baterías virtuales o «huchas solares», un sistema que ya aplican algunas comercializadoras. Se trata de aprovechar la energía sobrante de las viviendas con paneles solares, si sobrase, para lo que no se necesita instalar nada. Lo que Icomos plantea es que las zonas protegidas tengan acceso a esa energía de forma «prioritaria».

Finalmente, si nada de esto es posible, la entidad asociada a la Unesco opta por la vía fácil: «Compensar económicamente a las comunidades locales a través de impuestos o ingresos directos, a modo de transición justa».

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