Consejos para conservar el jamón esta Navidad

Algunos trucos para que este y otros productos ibéricos mantengan todo su sabor

¿Buscas un jamón para estas navidades? Estos son los aspectos que debes tener en cuenta

Cómo distinguir los jamones ibéricos según sus etiquetas de colores

S. I.

Es el rey de las comidas de Navidad y de cualquier buena mesa que se precie. El jamón ibérico, baluarte de la gastronomía española, triunfa donde se sirve. Pero no cualquiera y ni de cualquier modo. Comprar un jamón de excelente calidad asegura el ... éxito en el paladar, pero también hay que tener en cuenta otras consideraciones para disfrutar de este manjar.

Si ha tenido la suerte de que le hayan regalado un jamón pero usted ya tenía comprado otro para otras fiestas, no se preocupe, no tiene que consumirlo todo a la vez. Antes de abrirlo, un jamón o una paletilla pueden mantenerse en perfecto estado durante aproximadamente dos meses. Así, estos productos deberán permanecer en su envase original y es conveniente tenerlo en un lugar fresco y seco alejado de los rayos del sol.

Otra opción (imagine que no puede resistirse y quiere probar las dos piezas y guardar el resto) es lonchear entero el jamón y envasarlo al vacío. De esta forma, no perderá el sabor y solamente tendrá que abrir los sobres cuando le apetezca. Es una manera de conservar una pieza por mucho tiempo sin que se estropee ni perder ni un ápice de sabor.

La importancia de la ubicación

Julián Martín, empresa familiar especializada en fabricación y distribución de jamones y embutidos ibéricos de Guijuelo, ha redactado una guía con otras indicaciones para conservar los ibéricos durante esta época del año.

No hay que esperar a Nochebuena para abrir nuestro jamón. Quizá lo haya empezado un par de semanas antes, ¿cómo mantenerlo?

Un jamón abierto tiene que conservarse a temperatura ambiente, entre 20 y 25 grados, y colocarse en un jamonero. Los jamones, con el tiempo, se van resecando pese a no tener una fecha de caducidad. Lo recomendable es que, una vez abierto, se consuma en una fecha máxima de un mes, ya que nuestro principal objetivo es que no pierda el sabor. ¡Justo para las fiestas! Desde Julián Martín recuerdan que un secado rápido dificultará el corte de la pieza y que su calidad baje.

Por otra parte, la temperatura idónea para la conservación de una pata es de 10 a 15 grados, similar a la de los secaderos de los que provienen. Se recomienda buscar un lugar en casa donde no refleje el sol o, en el caso de tenerla, en una despensa, que normalmente se mantienen frescas y secas por sí mismas.

En este mismo sentido, recuerde que es importante evitar colocarlo cerca de electrodomésticos del hogar debido a que cambian la temperatura provocando que la pieza sea más propensa a humedecerse y provocar la aparición de moho.

El moho es una parte del proceso natural de curación del jamón, ya que es su manera natural de expulsar la humedad. En ocasiones se forma una pequeña capa alrededor de la pieza que se podrá retirar para evitar que perjudique su sabor. Para ello tendremos que limpiarlo bien con un trapo y frotar el jamón con la propia grasa de este.

¿Qué hacer con las lonchas de tocino?

Al comenzar a cortar la pata, es recomendable empezar haciéndolo de la parte de la maza y quitar el mínimo de grasa, para que el jamón se conserve en perfectas condiciones.

A la hora de cortar el jamón, se recomienda guardar algunas lonchas de grasa para colocarlas encima al terminar de cortar. Esto permitirá que la pieza quede hidratada y conserve todo su sabor.

También se puede tapa el jamón con la ayuda de un trapo de algodón que sea ligero; esto permitirá una correcta oxigenación, además de asegurar el aislamiento de la humedad exterior y los insectos. Otra de las opciones es cubrirlo con papel parafinado o film de cocina, que consigue aislar el producto de la humedad. Si se opta por esta opción, se debe tener en cuenta que lo correcto sería cambiar el papel film de manera continuada para permitir la buena oxigenación de la pieza y que no varíe su sabor.

Conservación de embutidos

Más allá del jamón, también es importante saber cómo conservar los embutidos. Para ello, debemos hacer una distinción entre productos curados y cocidos. En el caso de los curados, es recomendable mantenerlos fuera del frigorífico, en un lugar fresco, ventilado y lo más oscuro posible, en torno a unos 15-20 grados. Los embutidos cocidos se deberán mantener refrigerados por debajo de los 7 grados en una fiambrera o envase hermético.

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