Los narcos gallegos desembarcan en el Campo de Gibraltar para aprovechar el vacío de «Los Castañitas»

Están dispuestos a todo para salirse con la suya aunque en ocasiones, esta temeridad tiene graves consecuencias. Así ocurrió el domingo, cuando la patrullera marítima del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) «Águila IV» inició una persecución a una narcolancha a la altura de la exclusiva urbanización de Sotogrande, en San Roque (Cádiz), que acabó con un fallecido.

Según ha explicado a ABC la Agencia Tributaria, la embarcación del SVA colisionó con la narcolancha, una cuatrimotora con cuatro tripulantes a bordo. Había mal estado en la mar, el piloto de la narcolancha perdió el control y la embarcación paró en seco. El SVA no logró frenar a tiempo y no pudo evitar la colisión.

Como consecuencia de la colisión falleció uno de los tripulantes, José Diego G.S., un vecino de La Línea apodado Dieguito y un viejo conocido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Según fuentes de la Guardia Civil, se dedicaba a conducir vehículos cargados con droga y era muy temerario.

Los otros tres ocupantes ( dos gallegos y otro vecino de La Línea ), que fueron detenidos, no sufrieron heridas de gravedad, como tampoco los funcionarios del SVA.

Al margen de lamentar este fallecimiento, esta intervención no ha hecho sino afianzar las sospechas que ya existían entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de que narcos gallegos se están asentando en el Campo de Gibraltar. De hecho, el piloto arrestado el domingo es un conocido lanchero con varias condenas previas y que ya ha operado en el Estrecho en más ocasiones. Según ha publicado La Voz de Galicia, se trata de Francisco Javier Otero Magdalena , de 51 años y natural de O Grove, un veterano piloto de planeadoras integrante de clan de Los Rubios de San Vicente, con condenas por narcotráfico. El otro es Pedro Garrido, copiloto y mecánico, de O Salnés y sin antecedentes.

Fuentes de la Guardia Civil han asegurado que cada vez se está identificando a más gallegos en las distintas intervenciones que se realizan en la zona y que en la práctica totalidad de las ocasiones tienen antecedentes por narcotráfico.

Pero, ¿por qué el Campo de Gibraltar?. La explicación que dan estas mismas fuentes es que la zona es «una mina» pese a la presión policial y que además, hay narcos con una dilatada experiencia en Galicia y organizaciones con medios económicos suficientes como para hacerlo. De hecho, sostienen que la narcolancha intervenida en esta operación pertenecía a alguna organización gallega y que el coste de la misma ronda los 400.000 euros.

Se trata de un dinero del que para nada disponía el fallecido. Y es que a las fuentes con las que ha hablado este diario le ha llamado la atención que Dieguito estuviera a bordo de una narcolancha . Según han explicado, eso implicaría que estaría intentando subir un escalafón ya que en las narcolanchas se gana más dinero que con el transporte de hachís en todoterrenos. La diferencia está en que los primeros pueden llegar a ganar entre 3.000 y 4.000 euros por servicio mientras que los segundos cobran entre 5.000 y 6.000 euros. «Dieguito tenía dinero, sí, pero no como para una narcolancha como en la que viajaba», apuntan.

Según añaden, estas organizaciones procedentes de Galicia intentan aprovechar el vacío que han dejado los «Reyes del hachís del Estrecho», los hermanos Tejón, conocidos como «Los Castañitas» , ambos en prisión. Otros conocidos capos de la droga del Campo de Gibraltar como Kiko «El Fuerte», «El Messi del Hachís» o el gibraltareño «Mauro», así como varios pilotos de narcolanchas, estarían además fugados en Marruecos , desde donde les resulta más difícil seguir operando.

En la narcolancha accidentada no había drogas pero sí petacas vacías. Se sospecha que venían de hacer un trasvase de combustible a una narcolancha cargada de hachís y situada a unas 14 millas de la costa, donde aguardaba el momento propicio para desembarcar la droga en la costa.

El «petaqueo» , como se conoce en la zona a esta actividad consistente en suministrar combustible y víveres a los tripulantes de narcolanchas, está dejando también mucho dinero a quienes se dedican a esta actividad.

Los tres detenidos pasaron este lunes a disposición de la autoridad judicial. El juzgado que lleva el caso es el número 4 de Estepona (Málaga), localidad a la que fueron trasladados tras su arresto, que ha decretado el secreto de sumario.

La Asociación de Funcionarios de Vigilancia Aduanera (AFVA) denuncia que la actividad de las narcolanchas en el Estrecho de Gibraltar es «incesante» y que las persecuciones que se producen hacen que cada vez «los peligros sean mayores» , por lo que pide una estrategia que termine «de una vez por todas con el grave problema que genera el narcotráfico en la sociedad del Campo de Gibraltar y sus localidades colindantes».