OLIVAR
Un árbol que bebe de sus propios frutos por la sequía
El olivo se muestra 'agostado' con las altas temperaturas, plegándose en sí mismo para sobrevivir
El aceite de oliva andaluz, más oro líquido que nunca
Del secano a la súper producción: el olivo tradicional en vías de extinción
Olivar
El olivo es un árbol muy tolerante, en general, a la sequía, pero las altas temperaturas de los últimos meses han terminado afectando, y mucho, a la mayoría de plantaciones andaluzas.
En esos momentos, el olivo 'guarda' toda la humedad que tiene disponible y ... se la arrebata al fruto, lo que llega a provocar la llamativa imagen de las aceitunas arrugadas. Es decir, en los momentos de máxima escasez de agua, en los que el árbol no puede obtener agua del suelo, el olivo cierra las estomas de las hojas y comienza a extraer el agua almacenada en las aceitunas para poder sobrevivir.
Con las altas temperaturas, el olivo se muestra 'agostado' como plegado sobre sí mismo, con las hojas caídas y alimentándose de sus frutos. El adjetivo, que en el campo siempre ha hecho referencia al mes de agosto, el de más calor, se ha adelantado este año al mes de junio, algo casi insólito
Estado muy adelantado
Ahora mismo, el estado de la mayoría de olivares en la provincia de Sevilla, así como en Córdoba, según la Información Agraria y Pesquera de Andalucía, es muy adelantado respecto a otras campañas. Además, hay árboles muy cargados de fruto y otros con muy poco e, incluso, nada de cosecha, y ya se notan síntomas de estrés hídrico en muchas parcelas de olivar de secano de la provincia de Sevilla.
El calor ya afectó, y mucho, a los olivos en los meses de primavera, haciendo daño especialmente en el periodo de floración, lo que resultó decisivo para muchas explotaciones que, ya avisan, no tendrán nada de cosecha para la campaña que viene.
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