La Andalucía vaciada crece: los municipios en riesgo de despoblación pasarán de 90 a 300 en cinco años

En la comunidad autónoma hay unos 90 municipios que se encuentran en riesgo alto de despoblación detectados por la Junta de Andalucía que está elaborando su propia estrategia frente al desafío demográfico. Pero en cinco años serán 300. Según ese mapa, esos municipios en riesgo se localizan sobre todo en las provincias de Granada, Almería, Córdoba y Jaén. De hecho en Granada se contabilizan hasta 27 municipios, en Almería son 22, en Córdoba 17 y en Jaén 10. Eso supone que mientras que la costa y el Valle del Guadalquivir están muy pobladas, preocupan más las de la sierra y el interior.

En la otra cara de la moneda se encuentran Cádiz, donde no se ha localizado ninguno de estos municipios, Sevilla con sólo dos poblaciones, Málaga con 5 y Huelva con 7.

La consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública, que es la que está elaborando ese diagnóstico, pretende lograr el equilibro entre las zonas que en la actualidad están superpobladas y las zonas rurales de interior y de sierra. Y es que mientras que las grandes ciudades y áreas metropolitanas seguirán atrayendo población, los municipios de interior continuarán perdiendo habitantes. Se espera que en 2030 haya más de 300 municipios en riesgo de despoblación si no se implementan medidas efectivas.

La situación detectada pone de manifiesto que Andalucía es la comunidad más poblada de España, con 8.619.616 habitantes, lo que supone el 17,7 por ciento de la población nacional y que se ha alcanzado el máximo histórico con una población femenina ligeramente superior (4,3 millones) frente a los 4,2 hombres.

También que desde principios del siglo XXI la población ha crecido en 1,3 millones de habitantes aunque este crecimiento no ha sido homogéneo. De hecho actualmente el 80 por ciento de la población habita en áreas urbanas mayores de 10.000 habitantes y el 51 por ciento lo hace en sólo 30 municipios con más de 50.000 habitantes, lo que refuerza la urbanización del territorio.

Además mientras que la población regional sube, hay un 55 por ciento de los municipios que ha perdido población a lo largo de los últimos veinte años.

El análisis de los datos detecta dos claras tendencias. Mientras que los municipios costeros (Málaga y Huelva principalmente) y las áreas urbanas de Sevilla, Granada y Almería aumentan de población, las áreas de montaña y algunas de campiña interior, la pierden y envejecen. Eso ocurre pese a que existen algunas áreas rurales en las que excepcionalmente la población también aumenta. Como el caso de algunos municipios del Valle del Almanzora o la Sierra de Aracena.

Sobre el litoral andaluz y el Valle del Guadalquivir, se observa que pese a que ocupan menos de la mitad del territorio, se prevé que en ellos residirá en el año 2040 el 82 por ciento de la población andaluza.

En cuanto a la pérdida de población, es a partir del año 2011 cuando tres provincias: Jaén, Córdoba y Granada, comenzaron a perder población. El éxodo rural sigue afectando a municipios pequeños, especialmente a zonas de montaña y rurales.

Estos datos ponen de manifiesto que Andalucía presenta una gran desigualdad territorial con áreas rurales e interiores que pierden población debido al envejecimiento y a la falta de relevo generacional mientras que las áreas metropolitanas y el Valle del Guadalquivir han experimentado un crecimiento sostenido.

En este diagnóstico la Junta de Andalucía también destaca el envejecimiento ya que en 2024 se ha registrado la edad media más alta con 43,2 años. La media más alta la tiene Jaén y la más baja Almería. Y la vez sigue aumentando la esperanza de vida, fijada en 84,2 años para las mujeres y 78,9 para los hombres y alcanzando la cifra más alta desde 1975.

Esa cifra se complementa con la tasa bruta de natalidad, con 7,13 nacimientos por cada 1.000 habitantes, una de las más bajas de España. Eso supone que la caída de la natalidad y el retraso en la edad de la maternidad afectan al relevo generacional generando más muertes que nacimientos en muchas áreas.

Para el año 2030, el 25 por ciento de la población andaluza tendrá más de 65 años, lo que supondrá un gran reto para el sistema de pensiones y los servicios sociosanitarios ya que la tasa de dependencia de personas mayores seguirá aumentando y poniendo presión sobre la población activa.

Además Andalucía recibe migración interna y extranjera, pero no compensa el bajo crecimiento natural. Eso supone que se prevé el mantenimiento de la actual población hasta el año 2040 y luego una bajada. De hecho se estima que habrá 800.000 habitantes menos en el año 2070.

¿Cómo se puede actuar para conseguir que esta tendencia cambie? La Junta de Andalucía ha elaborado un borrador con el diagnóstico inicial y tiene previsto impulsar medidas específicas de apoyo con incentivos fiscales, inversión en infraestructuras y programas de atracción de población joven y trabajadora.

Los planes de la Junta para intentar paliar esta situación pasan por apoyar las familias para conseguir la sostenibilidad demográfica con ayudas a la familia y la conciliación, fomento de la natalidad, apuesta por las mujeres en el mundo rural, mejoras en el ámbito de la educación, medidas destinadas a personas mayores o mejoras en los servicios de salud.

Además también se habla de mejorar los servicios públicos locales, el fomento de la cultura y el deporte o un plan de retorno de la población andaluza en el exterior.

Para fomentar el desarrollo socioeconómico sostenible de espacios naturales protegidos se fomentarán las políticas de apoyo a la formación, al empleo, al emprendimiento, al comercio y al turismo para prevenir la despoblación. Igualmente se piensa en ayudas fiscales para la vivienda en núcleos rurales